jueves, 25 de abril de 2024

Cortizo, una esperanza para Panamá

Presidente electo promete cambios en la política istmeña...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 15/05/2019
1 comentarios
Laurentino Cortizo-Presidente Panamá
Cortizo presidente electo de Panamá mencionó en su discurso, una vez proclamado ganador por el Tribunal Electoral, los cuatro pilares de su futuro gobierno: eliminar la corrupción, reformar la constitución, combatir la pobreza y una economía que cambie tal situación.

El presidente electo de Panamá, Laurentino “Nito” Cortizo, encendió una luz de esperanza para el sector social más pobre de su país cuando prometió significativos cambios en la política interna, entre ellos la revisión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá, y reformas en la Constitución Nacional y el sistema electoral.

Cortizo procede del Partido Revolucionario Democrático (PRD) fundado por el general y dignatario Omar Torrijos, fallecido el 31 de julio de 1981 en un poco convincente accidente de aviación. El PRD es ahora la agrupación política de mayor número de miembros y prestigio en Panamá.

Empresario en la rama de la ganadería, nacido en Panamá en 1953, de padre español y madre griega, posee vasta experiencia política. Entre 1994 y 2004 fue miembro de la Asamblea Legislativa, que presidió entre 2000 y 2001. Ministro de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Martín Torrijos, renunció en 2006 por su desacuerdo con ciertas cláusulas del TLC con EE. UU., que exigían a su país la flexibilización de sus medidas fitosanitarias y zoosanitarias.

Aunque las elecciones generales ocurrieron el pasado día 5, no fue hasta más de 72 horas después que la Junta Nacional de Escrutinios dio como ganador oficial de la presidencia a Cortizo, quien obtuvo 633 143 votos, el 33,35 % de la preferencia de los más de dos millones de ciudadanos convocados al evento.

Postulado por la coalición Uniendo Fuerzas —PRD y el Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena), y aunque se sabía ganador, decidió esperar por el conteo del ciento por ciento de las boletas, una exigencia del segundo colocado, el excanciller Rómulo Roux, del derechista partido Cambio Democrático, quien recibió el 31 %, escoltado por el independiente Ricardo Lombana, con el 18,79 %, la gran sorpresa de los comicios.

El día 5, además del presidente y su vice, con un 73,06 % de participación ciudadana, también fueron electos 71 diputados de la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 20 miembros del Parlamento Centroamericano, 679 corregidores y nueve concejales.

El PRD también alcanzó una mayoría relativa parlamentaria, seguido a cierta distancia por el partido Cambio Democrático de Roux. Cinco candidatos independientes resultaron elegidos. El próximo 1.o de julio se harán los cambios en los cargos gubernamentales para el período 2019-2014.

Aunque con declaraciones que cambian por completo el discurso político del saliente mandatario Juan Carlos Varela, el ex ministro de Torrijos deberá ser más que cauteloso en la toma de medidas que puedan lesionar sus relaciones con EE. UU., su socio comercial más importante, que impuso 12 bases militares en el territorio nacional.

Sin embargo, Cortizo, a quien se le sitúa como un político de centro-izquierda, asegura que está listo para asumir “el reto más importante de su vida”, y en cada discurso asegura que “vienen mejores días para Panamá. Para que este proceso de transformación sea posible son necesarias reformas constitucionales y de las instituciones desgastadas. Tenemos una tarea inmensa y vamos a avanzar por el camino correcto”.

Durante su campaña —y su postura ahora con los TLC respalda su seriedad política—, el presidente electo anunció dos políticas que quiebran en cierta medida la tendencia neoliberal de las tres últimas décadas en Panamá.

El TLC con EE.UU. arruinó el agro panameño y arrastró a su vez al sector industrial obligando a los gobiernos del istmo a adquirir rubros subvencionados por la nación norteña, como arroz, verduras, maíz y otros, lo que los productores agrícolas califican de competencia desleal, según el periódico La Estrella de Panamá.

Esa fuente también señaló que Cortizo revisará la posición de extrema derecha de los últimos seis gobiernos panameños para acercarse más a la visión de respeto a la autodeterminación de los pueblos, lo que significaría su eventual salida del Grupo de Lima y el respeto a la soberanía de Venezuela y su legítimo presidente Nicolás Maduro.

Cortizo mencionó en su discurso, una vez proclamado ganador por el Tribunal Electoral, los cuatro pilares de su futuro gobierno: eliminar la corrupción, reformar la constitución, combatir la pobreza y una economía que cambie tal situación. No dijo cómo cumpliría con esos objetivos y pueden quedar en letra muerta, de acuerdo con Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador.

Para Gandásegui, con excepción de los independientes, el resto de las agrupaciones políticas tradicionales son todas de derecha. Solo el PRD del presidente electo posee una corriente “centrista” que recoge el legado del nacionalista general Torrijos, quien negoció con EE. UU. en la década de 1970 el fin de la presencia militar en ese país y la entrega del Canal de Panamá.

Sin embargo, aunque el general logró la firma de un acuerdo sobre el Canal con el entonces presidente estadounidense James Carter, las bases militares de los norteños siguen en el istmo, y en enero pasado hubo denuncias públicas sobre movimientos de marines en el país, en lo que muchos consideraron preparativos contra Venezuela.

Estados Unidos ha intervenido siete veces a Panamá desde 1856 hasta 1989, cuando penetró con la excusa de aprehender al general Manuel Noriega, a quien acusaron y extraditaron por supuesto narcotráfico.

En el país centroamericano no se tienen claras las cifras de muertos causados por la Operación Causa Justa, como llamaron a la última intervención que duró un año. La Asociación de Familiares de los Caídos del 20 de diciembre de 1989  afirma que ese día murieron asesinadas por los marines más de 4000 personas.

Aunque el gobierno de Varela intentó restar importancia a la presencia militar extranjera a principios de año, Eric Estrada, director del Sistema Nacional de Fronteras refirió en conferencia de prensa —dijo el diario Panamá América— que se trataba de parte de las operaciones denominadas Darién Lift, cerca de la frontera con Colombia, principal aliado de la Casa Blanca en América Latina.

El 4 de enero pasado, Varela visitó de sorpresa la sede de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur (Jiatf-S), en Key West, Florida, donde se entrevistó con los almirantes Craig Faller, jefe del Comando Sur, y Pat DeQuattro, director de Jiatf-S, además con el secretario adjunto de Defensa, Sergio de la Peña.

La suerte está echada en Panamá, república de 4 millones de habitantes y gran centro financiero y, sobre todo, en el tráfico del canal que pasa en medio suyo. Sin embargo, en medio de tal riqueza viven en pobreza absoluta  453 837 niños de entre 0 y 9 años, en especial indígenas y familias urbanas de pocos recursos.

La cifra aparece en el Índice de Pobreza Multidimensional de Niños, Niñas y Adolescentes (IPM-NNA 2018) que refiere las mayores afectaciones en la Comarca Ngäbe Buglé una comunidad originaria donde más de 170 000 pequeños pasan hambre y son atacados por enfermedades prevenibles.

Si Cortizo quiere cumplir sus planes políticos es imprescindible la reforma de la Constitución Nacional, para cambiar el grado de desigualdad social existente en el país, donde el 20 % más rico gana 28 veces más que el 10 % más pobre. Su crecimiento económico se ha dado en base a impulsar medidas monetaristas, privatizadoras y desreguladoras.

Durante el último quinquenio subió el desempleo y se desatendieron necesidades urgentes de infraestructura, como salud, educación y servicios básicos; algo que fue castigado por la debacle electoral del oficialista Partido Panameñista, que alcanzó un mínimo de votos.

Con una economía respaldada por un modelo monetarista, impuesto por la última invasión estadounidense, basa su crecimiento económico en las estimulaciones a los grandes inversionistas privados. Su canal marítimo, el más transitado del mundo, une los dos mayores océanos y a Occidente con China, Japón y Corea del Sur.

Uno de los asuntos que más repugna el pueblo panameño es la corrupción. El escándalo de los Papeles de Panamá, que expuso corrupción y manejos ilícitos y delitos de la empresa brasileña Odebrecht, que salpicó a líderes políticos, entre ellos el exmandatario Ricardo Martinelli, actualmente detenido.

Sin el Banco Central de Reserva, Panamá es un país dolarizado. Su moneda equivale exactamente al valor de la divisa norteamericana (un balboa es un dólar).

Esto es parte del panorama político, económico y social a que se enfrente Cortizo en los próximos seis años, en los que, si lo dejan los intereses de la derecha local y del imperio norteño, quizás pueda aliviar alguno de los grandes males que afectan a un bello país que olvidó a las clases sociales más pobres.

“Para evitar confrontaciones internas, el electo presidente llamó a un gobierno de unidad nacional, lo que implica que no habrá mayores cambios en una sociedad panameña tan históricamente influenciada por EE. UU. en su cultura, política y economía” , en opinión de Isaac Bigio, politólogo, economista e historiador formado en la London School, en Economía y Ciencias Políticas.


Compartir

Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Nor1
 16/5/19 8:38

se atreverá a enfrentar fuerzas tan poderosas con tan pocas posibilidades de apoyo? en Honduras a Celaya por menos que eso lo sacaron de escena.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos