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viernes, 15 de noviembre de 2024

MNOAL: muchos retos por delante

En un mundo dividido entre dos grandes bloques militares contrapuestos, las naciones ajenas a esas alianzas consideraron necesario unir esfuerzos...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 25/10/2019
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Cumbre del Movimiento No Alineados-banderas
Bakú es la sede de la dieciocho cumbre de los NOAL.

Cuando este sábado concluya en Bakú, la capital de Azerbaiyán, la última sesión de trabajo de la décimo octava Cumbre del Movimiento No Alineados, los pueblos del Tercer Mundo  podrán congratularse de contar con un mecanismo de concertación que ha pasado la prueba del tiempo y de los profundos y a veces desgarradores cambios ocurridos en el planeta en los últimos decenios.

La agrupación fue instituida en 1961 en Belgrado, la capital de la ex Yugoslavia socialista, por un relevante grupo de líderes, entre los que estuvo presente el entonces presidente cubano, Osvaldo Dorticós Torrado.

En un mundo dividido entre dos grandes bloques militares contrapuestos, las naciones ajenas a esas alianzas consideraron necesario unir esfuerzos y voces para intentar hacer valer, en medio de las permanentes controversias entre los grandes poderes globales, los criterios y pareceres de miles de millones de hombres y mujeres de todos los continentes que parecían haber sido relegados en este, nuestra casa común.

La Guerra Fría alentada por Washington y sus aliados en medio de sus diferencias con la URSS y el campo socialista europeo, fue el esquema imperial que permitía criminalizar como “rojos”, “comunistas” y “agentes de Moscú” a los movimientos progresistas y de liberación enfrentados al colonialismo y el neocolonialismo dentro de sus fronteras.

Y en ese contexto numerosas naciones de Asia, Africa y América Latina, empeñadas en su emancipación por las más diferentes rutas, debieron enfrentar  las hostilidad, las agresividad y los ataques directos de las fuerzas hegemonistas de entonces en episodios prolongados, cruentos y a la vez heroicos como la batalla de Viet Nam contra los invasores gringos hasta lograr la victoria final y la reunificación de la patria.

NOAL, no solo apoyó al pueblo vietnamita, sino que ha sido y es solidario con los palestinos, desplazados de sus tierras ancestrales por el sionismo y sus protectores norteamericanos, o con los pueblos de Africa que en décadas pasadas pasaron a ser naciones libres y barrieron los regímenes racistas.

Fueron instantes cruciales en la historia y actuación de un conglomerado que, con una visión objetiva del futuro, y cuando la Unión Soviética y sus aliados dejaron de existir y Washington proclamó “el fin de la historia”, “la victoria capitalista” y lo caduco de una agrupación como NOAL al no existir ya un universo bipolar, contó con dirigentes como Fidel Castro que no cedieron a la desmovilización, no creyeron por un minuto las “historietas” de los enemigos de los pueblos, y asumieron las nuevas realidades a partir de impulsar con más fuerza la unidad, concertación y cooperación entre sus muchos integrantes, ahora contra un imperio desaforado y más prepotente que nunca antes.

En cuanto a Cuba, es no solo fundadora de NOAL, sino uno de sus miembros más activos. Se trata de una condición inherente a los fundamentos políticos y morales del sistema vigente en la Isla, y que la han convertido en una actuante de marca mayor en favor de las naciones hermanas.

No pueden olvidarse las misiones internacionalistas cubanas en Argelia contra la agresión marroquí, en Siria frente a la agresión sionista, en el apoyo los combatientes latinoamericanos y caribeños en sus empeños anti imperialistas, y en las campañas en Africa, que propiciaron la independencia de Angola, la liberación de Namibia, el fin de los regímenes racistas en Rhodesia (hoy Zimbabue) y en Sudáfrica, y en la defensa de la integridad nacional etíope, entre otras muchas.

A ello se une una intensa colaboración con el Tercer Mundo en la salud, la educación, la cultura, el deporte y la formación en nuestro país de miles de especialistas y técnicos de esos pueblos, de manera de elevar el desarrollo mutifacético de sus respetivas naciones.

Por último, recordar que tanto el Comandante en Jefe y el General Raúl Castro presidieron en su momento el Movimiento de Países NO alineados, con ejecutorias reconocidas por su profundidad, entrega, verticalidad  y logros.

Infografía: Liz Armas Pedraza/Cubahora


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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