martes, 23 de abril de 2024

Burkina Faso espera justicia

En octubre se cumplirán cinco años del derrocamiento del expresidente burkinabés Blaise Compaoré, a lo cual sucedió una recomposición de la jefatura política en un proceso de transición hacia la estabilidad...

Julio Marcelo Morejón Tartabull en Exclusivo 24/08/2019
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Sankara Burkina Faso
Burkina Faso, el país cuya realidad quiso transformar el mártir africano. (guadanews)

En 2019 Burkina Faso podría responder a dos cuestiones judiciales significativas, la primera poner en claro definitivamente todo lo relacionado con el asesinato hace 32 años de Thomas Sankara y la segunda, condenar a los responsables del intento golpista del 2015.

     Hoy los familiares del capitán Thomas Isidoro Noël Sankara reclaman justicia, luego de confirmarse que el magnicidio se ejecutó para borrar de la ideología del continente el carácter revolucionario aportado por el hombre que llegó a ser el gobernante más joven de la región y a quien también se le identifica como el Che Guevara africano.

    Ese importante tema reaparece en la palestra pública cuando se espera la continuación y posible conclusión de un proceso judicial contra los autores directos e intelectuales del intento de golpe de Estado contra el presidente interino de la transición Michel Kafando en 2015 y en el cual está  implicado uno de los antiguos militares más encumbrados del país, el exgeneral Gilbert Dienderé.

     Lo que resulte de ese caso podría plantear la posibilidad de establecer en Burkina Faso una Comisión de la Verdad y Reconciliación como se instauró en otros Estados para aplicar justicia con la justeza requerida y en la cual el juicio más relevante  -y que posibilitaría deshacer enmarañadas madejas nacionales y extranjeras- sería el magnicidio de 1987 en Oagadougou.

     El presidente burkinabés electo en 2015, Roch Marc Christian Kaboré, hizo alusión en 2016  al crimen de Sankara cuando opinó que la solución del caso sería “el punto de partida de una verdadera reconciliación, esperada por toda la comunidad nacional”.

    Thomas Sankara, presidente de 1984 a 1987, era un marxista y teórico panafricanista, admirador de Fidel Castro y la Revolución Cubana: con un discurso político enfrentado a la deuda externa del continente y en cuyo proceso de trasformación política cambió el nombre de su país de Alto Volta por el de Burkina Faso (País de hombres íntegros).

     En su etapa de gobierno trató de disminuir la ayuda extranjera  para así reducir la dependencia financiera, pasó las tierras y riquezas minerales a control del Estado con el propósito de romper las relaciones feudales en el espacio rural y también evitar el predominio de la influencia del binomio Fondo Monetario Internacional-Banco Mundial.

    El mandatario fue víctima de una conspiración en la cual participaron guerrilleros del Frente Patriótico Nacional de Liberia (NPFL), como acreditó uno de ellos –Prince JormieJhonson- en sus memorias, pero la complicidad principal indica a un antiguo aliado, el exgobernante a Blaise Compaoré, actualmente exiliado en Costa de Marfil.

    Prince Johnson declaró que la confabulación contra Sankara se relacionaba con la permanencia en territorio bukinabés de la facción armada liberiana a la cual pertenecía y eso, de hecho, solo era posible con el apoyo e influencia de los jefes militares complotados contra el mandatario.Burkinabés.

      Según una explicación de los hechos recogida en  libro de Ludo Martens “Sankara, Compaoré et la révolution burkinabé”, el general Gilbert Dienderé afirmó que: “Habíamos sido advertidos de que Compaoré, Lingani y Zongo serían arrestados esa noche. (..) Nuestra reacción fue la de arrestar a Sankara antes de que se produjera lo irreparable (...) Sankara tenía como siempre un arma, una pistola automática, en la mano. Empezó a disparar inmediatamente y mató a uno de los nuestros. En ese momento todos respondieron”.

      En 1984 Compaoré, organizó el golpe de Estado que colocó en la jefatura del país a Thomas Sankara, y posteriormente le traicionó, algunos estudiosos señalan que tuvo el visto bueno francés para cambiar el rumbo del proceso revolucionario e incluso hoy se considera que París debe  desclasificar toda su documentación al respecto.

      Lo bien conocido es que el 15 de octubre de 1987 un comando armado atacó las instalaciones del Consejo de la Entente de Ouagadougou, desde donde gobernaba el presidente, él y sus colaboradores -12- cayeron durante esa agresión. Alouna Traoré, el único superviviente de la matanza confirmó que a las víctimas las abatieron con disparos de fusiles y pistolas.

    Una versión de prensa sobre los hechos apunta que Blaise Compaoré afirmó que el deterioro de las relaciones con los países vecinos fue una  razón para derrocar a Sankara en 1987, porque había puesto en riesgo los vínculos con la exmetrópoli gala y la vecina Costa de Marfil, en época de Félix Houphouët-Boigny.

     Esa declaración, de hecho, condena al sucesor, aunque cinco años después de su expulsión del poder hay mucho que aclarar, por ejemplo, cómo fue que el 15 de octubre 1987 soldados de Burkina Faso con la ayuda de un grupo de exiliados liberianos incluyendo Prince Johnson, pudieron preparar el magnicidio y ejecutarlo por encima de las medidas de seguridad que debían siempre acompañar al mandatario, quien con frecuencia repetía: “Se puede matar a un hombre, pero no sus ideas”.

     Tras el asesinato de Sankara, Compaoré permaneció en el poder desde 1987 hasta el 2014, cuando resultó depuesto por una serie de manifestaciones populares que concluyeron en un proceso de sucesión orientado hacia la transición política civil, con la cual llegó a la presidencia provisional del país Michel Kafando.

   En 2015 a Kafando intentaron desalojarlo del cargo, algunos políticos entienden que esa operación se dirigía, en caso de fructificar, a reponer a Blaise Compaoré al frente del país, pero el intento de derrocamiento no pasó de ser eso, y se destaca que entre los estos complotados estaba el general Gilbert Dienderé, exjefe del Ejército y considerado el segundo hombre más poderoso del país durante casi tres décadas.

    Dienderé, quien se identifica como uno de los que ideó y planificó la muerte del presidente Sankara, fue retirado de sus funciones como jefe de Estado Mayor el 27 de noviembre de 2014, pocas semanas después del derrocamiento de Campaoré, pero aún en el nuevo período se vinculaba con la lucha antiterrorista y continuó siendo un interlocutor plausible de franceses y americanos en tareas de seguridad y se señala sus conocimientos y vínculos con grupos extremistas armados que operan en el Sahel.

      Como cabecilla de la fracasada intentona golpista en la capital de Burkina Faso con  que trató de reponer en el poder a su mentor, fue apresado y conducido a la base castrense de Paspanga para enfrentar a la justicia militar, de la cual espera el veredicto.


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Julio Marcelo Morejón Tartabull

Periodista que apuesta por otra imagen africana


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