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lunes, 23 de diciembre de 2024

Bolivia: renuncia Evo Morales ante golpe de estado fascista (+Postales)

Dimite para proteger a su pueblo de un derramamiento de sangre...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 10/11/2019
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Portada Evo Morales
Evo afirmó que ¨esta lucha no termina acá. Vamos a continuar esta lucha por la igualdad, por la paz. Es una obligación como presidente indígena de todos los bolivianos buscar esta pacificación¨.

En un mensaje televisado, el presidente reelecto de Bolivia, Evo Morales y su vice Álvaro Linera renunciaron este domingo a sus cargos, para evitar los ataques fascistas de la derecha contra personas e instituciones en el país, luego de varios días de una escalada golpista en ese país.

Políticos y medios de prensa expresaran su temor por la vida de los dos políticos bolivianos, al tratarse de un golpe de estado fascista, violento, y discriminatorio, pues sus rostros visibles son conocidos porque nunca aceptaron que un indígena dirigiera el destino de la nación andina.

Hace pocas horas, la multinacional Telesur informó que el hogar del presidente fue saqueado por las huestes derechistas que se han apoderando de La Paz.

Tanto Morales como Linera explicaron al pueblo boliviano que tomaron la decisión de dejar sus responsabilidades luego de 13 años, nueve meses y 19 días de trabajo conjunto, debido a la violencia desatada contra la población indígena y trabajadora más humilde, los miembros del oficialista Movimiento al Socialismo (Mas) y seguidores de los dirigentes gubernamentales.

¨Para que Mesa (Carlos) y Camacho (Luis Fernando) no sigan persiguiendo a mis hermanos, quemando las casas de gobernadores, asambleítas, concejales; no sigan maltratando y secuestrando a los familiares de nuestros militantes, a la gente mas humilde. Estoy renunciando para que mis hermanos no sean perseguidos. Lamento mucho este golpe cívico y de algunos grupos de la policía que se han unido¨.

Afirmó que ¨esta lucha no termina acá. Vamos a continuar esta lucha por la igualdad, por la paz. Es una obligación como presidente indígena de todos los bolivianos buscar esta pacificación¨.

Morales pidió a los líderes derechistas, ¨que no maltraten a gente humilde, no utilicen al pueblo boliviano. Grupos oligárquicos conspiran contra la democracia. Tengo la obligación de buscar esa paz. Duele mucho ver enfrentados a bolivianos con bolivianos¨.


Postal: Liz Armas Pedraza (Cubahora)

Poco después, Adriana Salvatierra, presidenta del Senado y militante del Mas, también renunció a su cargo, según medios de Bolivia, lo que va disminuyendo las posibilidades de sustitución del renunciante presidente. El jefe de la Cámara de Diputados lo había hecho en horas de la mañana.

Los candidatos del Mas ganaron las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre con el 10,7 de diferencia sobre el candidato más cercano Carlos Mesa, del derechista partido Comunidad Ciudadana quien –siguiendo un patrón de un golpe de estado organizado y en marcha desde hace meses- nunca aceptó la victoria de Morales y de Linera, y pidió primero auditoría internacional, después se arrepintió ,y luego lo único que exigía era la renuncia del presidente indígena que reestructuró las bases de esta nación del altiplano, acabando con la histórica desigualdad social. .

Junto al ex presidente Mesa está en los primeros planos el presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, líder de la escalada golpista, quien tuvo la osadía de presentarse hace unos días en La Paz portando un documento con la renuncia de Morales ya escrita, para que la firmara.

Los grupos derechistas de la llamada Media Luna –Santa Cruz, Potosí, Cochabamba y Oruro – y sus llamados Comités Cívicos son responsables de las violentas acciones de quema de instituciones, atentados, tiroteos, e incendios. Jóvenes en motocicletas también golpeaban a los indígenas en sus pueblos.

Morales, quien dijo hoy que nunca dejará solo a su pueblo, brindó distintas soluciones a los líderes derechistas  –a pesar de ganar la reelección a la presidencia- para tratar de encontrar una solución pacífica al estallido de desestabilización organizado en Estados Unidos, de acuerdo con denuncias previas hechas por Morales.

Para algunos analistas, y teniendo en cuenta los antecedes de la Organización de Estados Americanos (OEA) el presidente actuó de manera ingenua al firmar un convenio con esa entidad para que enviara sus observadores, y luego, para que auditara –junto a Naciones Unidas- las actas de las elecciones.

Incluso en su intervención de renuncia, Morales dijo que ahora estaba convencido de que algunos técnicos de la OEA están al servicio de los grupos de poder y que sus comentarios han sido políticos para desatar aun mas la furia de la derecha.

Que se conozca, hasta ahora, la OEA, muy desprestigiada en América Latina, ha intentado derrocar al gobierno legítimo de Venezuela, pero jamás se pronunció cuando la derecha expulsó del gobierno a los presidentes hondureño Manuel Zelaya, al paraguayo Fernando Lugo y a la brasileña Dilma Rousseff con los llamados golpes blandos, que fueron el retorno de esos países al neoliberalismo y el fascismo.

Este domingo, voceros de esa organización dijeron que habían encontrado irregularidades –no por parte del Mas- en las elecciones de octubre, pero ello bastó para que las Fuerzas Armadas solicitaran la dimisión del presidente Morales, ex dirigente cocolero que nucleó a su alrededor a una enorme masa trabajadora y sindical.

“Luego de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, dice el comunicado que fue leído por el comandante Williams Kaliman.

Es decir, que las fuerzas policiales y militares se unieron para obligar a Morales a dejar sus responsabilidades, ya que esos cuerpos no cumplirían sus órdenes de proteger a la población de los violentos conservadores.

La derecha iba contra Evo, y desde hace meses dijeron que no iban a aceptar su victoria, si ganaba, lo que se estimaba segura.


Postal: Liz Armas Pedraza (Cubahora)

La situación en Bolivia evolucionó de manera vertiginosa desde el pasado viernes cuando en Cochabamba se acuarteló la policía desoyendo los llamados oficiales a proteger a la población de las hordas fascistas. Incluso desapareció la guardia que protegía determinadas instituciones, entre ellas la Casa del Pueblo, sede gubernamental, en la capital, aunque después retornaron.

En las horas sucesivas se levantaron delegaciones policiales de los departamentos de Chuquisaca, Beni, Tarija, Santa Cruz, Potosí y Oruro.  

Este sábado, grupos violentos entraron a La Paz, y quemaron las sedes de varias entidades oficiales, tomando las calles, una situación que movilizó a los pobladores de El Alto –a unos 15 km- y se pronunciaron por apoyar al presidente, bloqueando la llegada de policías rebeldes y opositores. Camacho Camacho --de Santa Cruz-- y Marco Pumari --de Potosí--, continuaron incentivando este fin de semana el cerco a La Paz con la llegada de grupos de choque desde distintos puntos del país para presionar aún más sobre plaza Murillo y la Casa Grande del Pueblo.

Debido al acuartelamiento policial, ayer hubo actos vandálicos y agresiones a funcionarios, periodistas y militantes del MAS en distintos puntos del país.

El gobernador de Oruro sufrió el incendio de su vivienda, trabajadores estatales del canal Bolivia TV y de Radio Patria Nueva denunciaron que fueron secuestrados y privados de su derecho al trabajo por grupos de choque de la oposición que cercaron el edificio. La sede paceña de la Confederación Campesina (CSUTCB) fue invadida y atacada, delito que fue repudiado por el propio presidente Morales antes de reunirse con los dirigentes de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba en horas de la noche.

El presidente del Comité Civico de Santa Cruz  volvió a acercar las posiciones con Mesa y pronunció el mensaje más explícito de golpismo al celebrar los amotinamientos y felicitar a los policías “por estar con su pueblo, ¡Dios los bendiga!” y pedir a los militares que se unan “para cumplir el compromiso con el pueblo”, refiriéndose a la oligarquía nacional.

Empieza ahora una nueva etapa de lucha para los bolivianos revolucionarios y progresistas. Nadie duda de que este golpe va detrás de los hidrocarburos, el estaño y las grandes riquezas del país andino.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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