La reciente VIII Cumbre de las cuatro naciones de Suramérica miembros de la Alianza del Pacífico, más Costa Rica, que firmó su adhesión, pone de nuevo sobre el tapete los intereses hegemonistas de Estados Unidos en el hemisferio sur americano, en donde minimizó su presencia imperial, luego del triunfo de los gobiernos democráticos en la región a partir de la victoria del Comandante venezolano Hugo Chávez, hace 15 años.
Sabido es que entonces Estados Unidos perdió un codiciado terreno político que dominaba, con el surgimiento de gobiernos democráticos en América Latina y el Caribe, y una nueva formulación política socialista —con distintos nombres y modos de hacer— en la cual la integración de nuevo tipo, de carácter inclusivo, constituye un poderoso pilar para estos sistemas novedosos de participación popular.
Para tratar de revertir oficialmente su interés nunca perdido por estos territorios, el presidente Barack Obama visitó a sus aliados de la Alianza y se reunió con sus pares de Colombia, Juan Manuel Santos; Chile, el saliente Sebastián Piñera y Perú, Ollanta Humala, en cuyo país, el expresidente Alan García “tuvo” la idea de fomentar la nueva organización, en aras de mejorar la eficiencia comercial, según dijo entonces.
Luego de la derrota del plan imperialista para hacerse de las economías nacionales latinoamericanas mediante el llamado Área de Libre Comercio de las Américas, cuya destrucción sobrevino gracias a la digna postura de las nuevos dirigentes de izquierda en la IV Cumbre de las Américas en la ciudad argentina de Mar del Plata en el 2005, Estados Unidos se vio desplazado en sus intereses económicos.
Sin embargo, su interés se mantuvo latente cuando comenzaron a implementarse planes desestabilizadores contra los nuevos líderes revolucionarios y sus pueblos, que incluyeron golpes de Estado, guerra económica, y hasta la preparación de magnicidios contra los gobernantes. Venezuela es hoy la plaza más codiciada por Washington.
Resurge ahora con fuerza la Alianza del Pacífico, que celebró su VIII Cumbre en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, menos de 15 días después de la histórica II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a la que pertenecen los 33 países de la región, y cuya declaración final direcciona el trabajo de este año hacia convertir a la región en zona de paz y la lucha contra la miseria, el hambre y la eliminación de la desigualdad social.
Es en este contexto en el que Chile, Colombia, Perú. México y Costa Rica —que solicitó ahora su integración formal, aunque paradójicamente ostenta la presidencia pro témpore de CELAC— todos firmantes de Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, celebraron su reunión al más alto nivel, con declaraciones de regocijo por parte de sus presidentes acerca de las posibilidades económicas que se abren para sus países.
Es conocido que todavía existe en algunos regímenes de América Latina una mente proimperialista, lo cual no la desliga de los planes de la CELAC en cuanto a la inclusión social (Talón de Aquiles de esos gobiernos que aún se pliegan a Washington), y que se pone de manifiesto no solo en el seno de la Alianza sino, por ejemplo, en las declaraciones de algunos medios oligárquicos colombianos de integrarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Imposible no recordar similar postura del expresidente argentino Carlos Menem, quien llevó a su país a la ruina económica cuando se ofreció para representar a la OTAN en América Latina, lo cual no prosperó.
UNA ALIANZA NO SOLO COMERCIAL
Analistas coinciden en que la Alianza del Pacífico es una respuesta de la derecha latinoamericana a la integración latinoamericana-caribeña con un enfoque antiimperialista.
Su función para estas fuentes es clara: erosionar, con un nuevo y creciente organismo (ya tiene 25 observadores) a las distintas organizaciones integracionistas de nuevo tipo surgidas en los últimos tres lustros, entre ellas la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América —donde sus 10 miembros tienen similares líneas de pensamiento político—, la Unión de Naciones Suramericanas, con 12 integrantes de diferentes signos ideológicos, PETROCARIBE y, finalmente, la CELAC, que aunque aún muy joven, ya es reconocida internacionalmente como un bloque unitario vocero del hemisferio sur.
Para el politólogo argentino Atilio Borón, “ la Alianza del Pacífico es fundamentalmente una alianza político-militar, aunque se le pretenda presentar como meramente económica. Su objetivo principal es erosionar el bloque de países suramericanos y específicamente la Unasur. Eso lo acabamos de ver en la reunión de Cochabamba, pues no participó ninguno de los presidentes de los tres países de la Alianza (Colombia, Perú y Chile, que son miembros, junto a Costa Rica y México). La ausencia de Perú tiene un agravante y es que ese país desempeña la presidencia pro témpore de la Unasur y, por tanto, debió ser quien convocara a la reunión para discutir el caso de la violación a los derechos del presidente Evo Morales.
Ollanta Humala no ejerció su rol de presidente temporal de la Unasur y cometió con ello una gravísima transgresión. Quedó demostrado que su visión de los asuntos internacionales está subordinada a Washington. Lo que debió ser una cumbre de presidentes de la Unasur se convirtió en apenas un encuentro de algunos presidentes. Esto habla de la influencia perniciosa que la Alianza del Pacífico ejerce sobre los procesos de integración de América Latina. Estados Unidos no tolera esa integración, la considera lesiva para sus intereses nacionales.
La reunión de Cochabamba fue saboteada por Washington a través de sus aliados en la región, tal como lo denunció, con otras palabras, el presidente ecuatoriano Rafael Correa. Él se refería principalmente a Humala, que estaba apenas a una hora de vuelo de Cochabamba, porque el presidente de Colombia, (Juan Manuel) Santos, tenía la excusa de que se encontraba en Suiza. La lógica de la Alianza del Pacífico es debilitar la integración de los pueblos latinoamericanos y Humala cumplió con la orden directa de Washington. En cuanto a (Sebastián) Piñera (presidente de Chile) no hay mucho que decir: él siempre obedece las órdenes de Washington y nada más.
El gobierno estadounidense, que siempre ha considerado inferior a América Latina, —y aunque hasta cierto punto la desprecia al nombrarla su patio trasero— no renuncia a mantener sus 77 bases militares en esta área geográfica, como también tiene muy presente que la mayor reserva petrolera del mundo está en Venezuela, y que el 80 % del litio, un mineral estratégico para las telecomunicaciones, está en América Latina, y que la mitad de la biodiversidad y del agua dulce está justamente en esta codiciada geografía.
La iniciativa de la nueva Alianza mediante la Declaración de Lima en abril del 2011 tuvo el propósito, dice el documento de “profundizar la integración entre estas economías y definir acciones conjuntas para la vinculación comercial con Asia Pacífico, sobre la base de los acuerdos comerciales bilaterales existentes entre los Estados parte”. Aunque fue invitado, Panamá permanece como observador.
Según el documento, la Alianza intenta “alentar la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad” de las economías de sus países, a la vez que se comprometieron a “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.
Este lunes, los cuatro presidentes fundadores del organismo firmaron un protocolo que desgravará el 92 por ciento de los productos que comercian entre sí, mientras el restante ocho por ciento —en especial del sector agrícola— llegarán al cero arancel en un plazo de 17 años, salvo el azúcar, que no es parte del acuerdo.
REACCIÓN EN AMÉRICA LATINA
El presidente Evo Morales, como ha dicho en varias oportunidades, afirmó que la Alianza del Pacífico es “un instrumento de Estados Unidos para dividir a la Unión de Naciones Suramericanas”.
Su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, declaró en Quito que este ente “no construye ciudadanía, sino consumidores”.
También la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, mostró su inconformidad con la Alianza, y afirmó que “no es lo más conveniente ahora”.
Es innegable que el nuevo escenario basado en viejas fórmulas que Estados Unidos monta en América Latina tiene como lema el añejo refrán de “Divide y vencerás”, solo que esta región, más allá de las ambiciones nacionales de algunos gobiernos y sus antiguas sociedades con el gigante norteño no podrá, aunque ya lo están intentando, romper las estructuras creadas para satisfacer las necesidades de las sociedades, un tema que no aparece en la agenda de la Alianza para el Pacífico.
Marrod
17/2/14 12:30
En el caso de Bachelet, cuando tome posesión de su cargo en Chile ¿debilitará la alianza? Estaría por ver si chile es capaz de desequilibrar lo que se está formando, porque ud misma dijo que ha y25 observadres, esta claro que EU da por terminada las Cumbres de las Américas y está preparando un collar nuevo para el mismo perro, pero es inconcebible que tantos gobiernos quieran jugar en los dos bandos a la vez, claro que se trata de una sola cosa. Dinero
senelio ceballos
14/2/14 11:18
Saludos Lic.Lidice..Este articulo le salio algo mas real ..Sobre el TEMA..La felicito..Nosotros los guajiros-maiceros que tenemos un nivel muy bajo de informacion y jurispridencia..Entendemos cuando se les llama al PAN..PAN.. y al VINO..VINO!! NO VOY A COMENTAR TODO EL ARTTICULO...SOLO el parrafo dedicado a COSTA RRRICA...jajaja. QUE Ud esperaba?..COSTA RICA..invirtio/2013 fuera de su pais mas de 2000, 000 000 de dolares segun algunas agencia internacionales de estadisticas... Los ricos que manejan la politica alli y su direccion de movimiento..LLevan 3-4 annos cada dia siendo mas ricos y los pobres mas pobres....Su Koeficiente GINI..CADA DIA VA MAS ALTO....de 0.48 hace unos annos ya va montado en 0.50-0,53....la gringolizacion cada dia es mayor para unos pocos y mas "jodida" para la mayoria.. Estimada Lic.LIDICE..le recuedo que tiene aun muchas preguntitas a las que debe contestar..SEGUN ..las reglas del parlamentirismo romano que se imparten en las aulas universitarias... Primero..Ud tiene el derecho de EXPONER..y nosotros sus lectores escuchar.. DESPUES es nuestro derecho..Preguntar! y Ud responder...Luego Ud de REPLICAR y nosotros CONTRAREPLICAR...jajajaja De lo contrario Ud se toma todos sus derechos y a nosostros sus lectores los administradores de este bello webespacio nos tiran para el cesto!!!Ud sabe el cuento? ..de asi no se vale!!!NO ES JUSTO !! DE UN PADRE Y SU HIJO!!!! Luego se los hago comenzamos el debate? El guajiro esperando sus respuestas...tengo ese derecho o no?
Hugo Alejandro desde FB
13/2/14 9:39
Esta alianza representa la octava economía y la séptima potencia exportadora a nivel mundial. En América Latina y el Caribe el bloque conforma el 36% del Producto Interno Bruto (PIB), concentra 50% del comercio total y atrae el 41% de los flujos de inversión extranjera directa que llegan a la región.
Alcione Severo desde FB
13/2/14 9:39
ESTA "Alianza" es un nuevo intento de revivir el ALCA, derrotado por Chávez, LULA otros gobiernos de América Latina.!
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