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lunes, 30 de diciembre de 2024

Los buenos demonios no es una película complaciente

El cineasta Gerardo Chijona asumió el proyecto inconcluso de su amigo Daniel Díaz Torres, y el público cubano abarrota las salas de cine...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 22/02/2018
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fotograma los buenos demonios
Gerardo Chijona reconoce que le costó asumir otro estilo de trabajo, otra manera de concebir una película, otras ideas

Gerardo Chijona reconoce que le costó asumir otro estilo de trabajo, otra manera de concebir una película, otras ideas. Lo hizo por la amistad entrañable que le unía a Daniel Díaz Torres, quien dejó el proyecto inconcluso y el guión escrito a cuatro manos con  Alejandro Hernández.

“Me adapté a ese guión y a las ideas de Daniel. Mis películas, considero, son más emocionales y esta es más bien un poco fría, distanciada, aséptica si se quiere. Como se dice ahora, desdramatizada, y me costó trabajo adaptarme a la mirada, pero traté de ser lo más fiel posible a Daniel, a quien por suerte conocí desde que éramos muy jóvenes.

“Definitivamente, Los buenos demonios no es una película complaciente. No tiene mecanismos fáciles de comunicación, aunque no deja de ser entretenida. La primera sorpresa la recibimos durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en diciembre último, cuando tuvimos que dar dos tandas extras. En el cine Yara se llenó la sala y quedaban personas en la cola, y ahora, cuando la proyección coincidió incluso con la Feria del Libro la gente abarrota el cine.

“Es una película para llevársela para la casa, con el final abierto, para que cada cual piense en la situación mostrada y tome su camino. Ahora permanecerá en los cines en la capital unas semanas más y en el resto de las provincias”.

-¿Cuáles han sido los aciertos de esta película?

-Fui crítico de cine y me queda un poco esa sombra. Cuando termino una película no me gusta volver a verla por eso, porque espero el momento para darme cuenta de en qué me equivoqué. Las películas de alguna manera viven cuando llegan a la pantalla, entonces prefiero estar sentado en una butaca y que nadie sepa que estoy ahí para ser testigo de lo que pasa.

“Carlos Enrique Almirante no estaba incluido en el elenco, se sumó dos semanas antes de empezar a filmar. Pero él, y el elenco todo, es un gran acierto: Enrique Molina, Vladimir Cruz, Yailene Sierra, Isabel Santos, Mario Guerra, Paula Alí…Esta es la película de un malo con cara de ángel. No hay ninguna escena en la que se muestre el momento de que es malo, más bien llega a caer bien. Y la gente se cuestiona todo… El personaje lleva los buenos y los malos demonios dentro”.

-El filme propone una reflexión…

- Es una reflexión sobre los valores morales. Es un micromundo de 5 personajes pero con diferentes generaciones conviviendo y cada uno tiene un concepto diferente de la moral, y Tito, para colmo, no tiene ninguno, que es lo peor. La película no enjuicia a nadie ni condena a nadie porque no somos curas, fiscales, ni policías. No tiene ningún discurso que esté delante de la historia, cada cual que la entienda como quiera. Las películas son para eso, para que cada persona la lea como mejor entienda.

-¿Cuánto aprendió con este proyecto, como sucede cada vez que se asume uno?

- Soy muy obsesivo en el periodo de ensayo, escucho a los actores pero ante todo voy buscando resultados en el proceso de ensayo. Durante el rodaje de Los buenos demonios aprendí lo que más trabajo le puede costar a un director de cine, que es saber callarse la boca.

“Aquí cuando convoqué a los actores, lo que hice primero fue oírlos, tragarme lo que pensaba y ser receptivo de sus ideas. En los ensayos exploramos mucho las escenas, buscamos la mecánica de cada una para que la historia fluyera. Los actores me ayudaron mucho, trabajamos mucho pero en cine, cuando dices ACCIÓN en un set, nadie sabe qué va a pasar, y es una magia incomparable cuando ves que el actor deja de ser él y se convierte en el personaje. No pasa mucho, y cuando pasa no es por iluminación, o porque se tengan más cualidades, es que hay que trabajar mucho. El equipo también se volcó mucho en el rodaje, los hijos de Daniel estuvieron en el staff, una alegría y una responsabilidad”.

-¿Qué ofrecerá Chijona después?

-Quiero hacer una comedia después de este drama, y que sea negra. Está escrita, aunque los guiones nunca se acaban, al menos en mi caso. Me hace falta hacer una comedia porque Los buenos demonios fue muy intensa.

“Antes, hay tres festivales en los que participaremos, dos en Estados Unidos y el estreno oficial en España, porque es una coproducción con esta nación”.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 1 comentarios


antonio
 23/2/18 10:36

definitivamente nada complaciente

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