Desde la sin par Gente Nueva, hasta la más modesta editorial de provincia, han contribuido a las delicias de los más pequeños en esta Feria. Quizá tenga que ver con ese valor agregado que tienen los libros para niños sobre el que le contó a Cubahora el escritor, periodista y soñador sin remedio que es Enrique Pérez Díaz, quien dice que lo mismo sirven para regalarle al sobrino, al nieto, o al hijo, que para premiar buenas notas, resultados en concursos o dar de recuerdo en un cumpleaños.
La verdad es que, donde quiera que estén los textos infantiles, allá van las mamás, los abuelitos, los tíos y los hermanos mayorcitos a formar colas, algarabías, y francas revueltas por alcanzar “ese librito tan bonito en forma de acordeón que le vi al niño que pasó por mi lado".
Esta es una Feria en la que tenemos aún muchas más razones para estar contentos de participar, aseguró a la revista Pérez Díaz, director del incansable colectivo de Gente Nueva y rompelanzas a favor de todo lo que sea buena literatura dedicada a los jóvenes de edad y de corazón.
En esta edición 23 llega Nersys Felipe, la segunda escritora para niños en obtener un Premio Nacional de Literatura en calidad de homenajeada especial, y con eso, creo yo, que se reivindica un poco y visualiza mucho más este tipo de quehacer, a veces un poco maltratado o subestimado por los críticos, precisó.
Con un sólido catálogo infantil, esta cita promete satisfacer los apetitos más voraces y exigentes, donde se pueden encontrar desde logradas antologías de amor, cuentos con personajes entrañables para los más pequeñitos, de fantasía heroica, sobre las constelaciones, selecciones de relatos de horror, hasta volúmenes para colorear y grandes pancartas con juegos, calendarios y almanaques.
Verdaderamente privilegiados frente a otras publicaciones destinadas a un público más adulto, los libros para niños y jóvenes se llevan la palma en esta fiesta, aunque todavía tienen mucho camino por recorrer en cuanto a lo visual, si se les compara con las propuestas de otras editoriales extranjeras, que encandilan con sus atractivas portadas, sus bien pensadas maneras de llamar la atención y aligerar el bolsillo.
Cubahora conversó sobre esto con el destacado diseñador gráfico Nelson Ponce, recién galardonado en esta misma edición de la Feria con el Premio Nacional de Diseño del Libro, quien se declara un apasionado de la ilustración de los textos infantiles.
"Es algo que me encanta y no sabría decirte por qué. Quizás es por ese mundo tan peculiar en el que viven los niños, lo que sí sé es que lo hago de corazón. Me siento realizado ilustrando", confesó.
Ante nuestro comentario de que a veces no se corresponde la presentación con el valor del texto literario que encierra el título, respondió que el libro es un producto que conlleva muchos esfuerzos.
“Además del escritor, que es el que crea y origina todo el material, también está el dibujante, el diseñador y quienes cotejan todo, lo imprimen y le dan el acabado final. Si alguna de esas cadenas falla, entonces falla todo el conjunto.”
Puedes hacer el mejor dibujo del mundo, que si a la hora de imprimir los materiales no son los mejores, o no se hace con los colores adecuados, el resultado es totalmente distinto, explica. “A veces sólo queda crear y cruzar los dedos.”
De todas formas, si se hace un análisis serio y despojado de prejuicios, al tiempo que se compara todo lo que ofrecen las editoriales cubanas y las que nos visitan en materia de literatura para niños, puede parecer que quedemos en desventaja en lo visual, pero no tanto.
La Editora Abril sacó para la Feria unas pancartas hermosas con juegos, símbolos patrios, componedores, calendarios, didácticos, que prácticamente se regalan, porque son enormes, con un diseño muy trabajado, y valen apenas tres pesos, especifica Enrique Pérez Díaz.
Entre lo más destacado está la Editorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con su colección Dienteleche, junto a Gente Nueva con su querida Veintiuno y su Tesoro-ballet, que esta vez trae una versión profusa y bellamente ilustrada del clásico Giselle.
Así que para los que ven todo gris y en papel gaceta, miren un poco más de cerca, puede que se sorprenda y cambie de opinión. Los niños, gracias a la paciencia de algunos duendes buenos, pueden deleitarse hoy con libros que, es verdad, quizá no se ajusten a la estética que nos traen de fuera, pero que son verdaderos regalos, tanto en lo visual como en su contenido.
Mirlay
19/2/14 9:34
Me alegra mucho que se esfuercen las editoriales cubanas en complacer a nuestros niños porque casi siempre la competencia con el exterior es bien alta, y compañeros los niños no entienden las diferencias sí lo que ven les gusta, lo quieren a llantos y gritos si no se les puede comprar
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