La Familia López-Nussa invita

No es usual pero siempre sorprenden. Los miembros de la familia López-Nussa, con ascendencia artística bien marcada, prefieren de vez en cuando andar juntos y entrecruzar estilos y lenguajes musicales.

La primera vez fue en Francia, en el 2013, cuando se celebraba la vigésima edición del Festival Des rives et des notes en la ciudad de Oloron-Sinte-Marie. El pianista Harold López-Nussa tuvo la idea de convocar a su tío Ernán, también pianista, a su padre Ruy y a su hermano Ruy Adrián, ambos bateristas, para presentarse como el proyecto La Familia. Luego se presentaron, con excelente acogida de público, en el festival de jazz en Estambul, en Turquía, y en Holanda.

Luego, La Familia ha repetido la experiencia en otros escenarios internacionales y en Cuba. Siempre ha sido una dicha asistir a esas presentaciones en las que se puede apreciar la confluencia de estilos musicales muy similares, y a su vez, diferentes.

Este sábado 26 en la noche, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, se repite la oportunidad, y es Ernán quien convoca a sus allegados para despedir un ciclo de conciertos que tuvo al piano y al jazz, fundamentalmente, como plato fuerte. Escudriñarlos en un ensayo permite prever que será un exquisito encuentro de La Familia con su público.

Sin embargo, Ernán no quiso hacer un concierto a piano solo. “Incluso me propusieron hacer el homenaje a Felipe Dulzaides, a quien admiro tanto, y de quien he tomado algunas piezas de su repertorio y he incorporado otros temas, como parte de un tributo que disfruto hacer. Pero aún no puedo mostrarlo ante el público porque no está listo del todo, falta el vibráfono, y es imprescindible. Tampoco quise explotar la posibilidad de un cuarteto y mi otro proyecto, un gran sueño, que es tocar con orquesta, tampoco está listo. Entonces preferí que La Familia se reuniera y así nos entrenamos para las presentaciones previstas ya para el 2018 en ese formato”.

—¿Cuán difícil, o no, es lidiar con La Familia?

—Es muy fácil. Principalmente Harold y yo armamos el muñeco, pero los cuatro tenemos estilos y formación similares, el mismo rigor de estudio, intereses comunes. Harold y Ruy Adrián nos tienen a nosotros como referentes musicales. Lo interesante es que a pesar de esas similitudes, incluso estéticas, poseemos un lenguaje y una historia que contar diferente.

“No obstante, nos ponemos de acuerdo muy rápido en cuanto al repertorio. Y nos comunicamos bien. El repertorio en esta ocasión es mayoritariamente mío pero eso se debe a que, de cierta forma, mis composiciones son un poco más apropiadas para desarrollarlas en este formato inusual”.

Dinga, Dongo, Dunga; Figuraciones, Isla y Conga Lopeznussística, de la autoría de Ernán, se unen en el guion a Guajira, compuesto por Ruy Adrián; Cimarrón, de Harold, y otros tres temas: dos estándares, Footprints, de Wayne Shorter, y Blues Bossa, de Kenny Dorham, además de Capullito de Alelí, del puertorriqueño Rafael Hernández.

“Forman parte también de La Familia el trompetista Maykel González y el bajista Julio César González. Ellos ya nos han acompañado en otras ocasiones”.

Harold, quien adelanta que presentará en diciembre un disco en formato de trío junto a su hermano y Gastón Joya, considera que La Familia, como proyecto ha madurado mucho. “Nos respetamos ante todo pero no tenemos temores de hacer valer nuestros criterios por el bien de la música. Nos comunicamos abiertamente y eso siempre funciona para que quienes tenemos inquietudes musicales propias podamos coincidir en la escena”.

Ernán retomará sus trabajos a piano solo, continuará explorando las posibilidades musicales de dúos y encontrando sonoridades novedosas. “Adelanto que trabajo mucho, junto a Maikel González, en una presentación que haremos a piano y trompeta nada más. Pero eso es aparte. La Familia está primero”.