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lunes, 23 de diciembre de 2024

Ernest Hemingway y la brecha en el muro de la intolerancia

A 11 años de la firma del convenio para la preservación de bienes y documentos de Ernest Hemingway, los protagonistas cubanos y norteamericanos se reunieron otra vez para renovar la rúbrica del acuerdo...

Yeneily García en Exclusivo 19/03/2014
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Multimedia Finca Vigía
Hemingway estuvo siempre muy unido a Cuba.

Cuentan que en 1961, cuando la tensión entre Cuba y Estados Unidos llegaba casi al límite, lo único en que el malogrado presidente norteamericano John F. Kennedy y Fidel estuvieron de acuerdo sin pensarlo dos veces, fue en permitir que Mary Welsh, la cuarta esposa de Ernest Hemingway, regresara a Cuba a por las pertenencias del recientemente fallecido autor de El viejo y el mar, quien viviera por más de 20 años en Finca Vigía, una paradisíaca villa de la localidad habanera de San Francisco de Paula.

Sin imaginarlo, el querido “Papa” de los cubanos sería otra vez, a más de 40 años de distancia, una brecha en ese muro de la intolerancia que han encontrado desde hace medio siglo quienes intentan un acercamiento entre los dos pueblos.

En 2001, un grupo de atrevidos entusiastas del mito hemingwayano llegó hasta la oficina de la entonces presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, la doctora Marta Arjona; para proponer lo que fue el origen de un proyecto –materializado un año después- que apoyaría desde territorio norteamericano la preservación de los miles de documentos y otros bienes pertenecientes al legado cubano del novelista.

A 11 años de aquella histórica firma, sus protagonistas cubanos y norteamericanos se reunieron otra vez para renovar la rúbrica del acuerdo y recordar los orígenes de esta difícil y trabajosa empresa, que sin saberlo sería un parteaguas en las relaciones entre los dos países y una muestra de que mucho se puede hacer si hay voluntad y perseverancia.

Nos parecía un empeño casi imposible en aquella época. Es necesario recordar que hasta ese momento sólo existía entre Cuba y EE.UU. un acuerdo migratorio, nada más, contó a Cubahora Gladys Rodríguez Ferrero, ex directora del Museo Ernest Hemingway de Finca Vigía y una de las gestoras del convenio desde sus inicios.

“Veníamos de naciones con gobiernos en desacuerdo, pero pronto nos dimos cuenta que hablábamos el mismo idioma aunque en diferentes lenguas. Todos entendíamos el compromiso que teníamos con el legado cubano de Hemingway y su preservación para las futuras generaciones.”

Fueron agotadoras sesiones de trabajo para poner a punto los detalles de la colaboración y numerosas visitas de especialistas norteamericanos a la Finca, continúa Gladys, quien recuerda casi desde el primer momento a quien después sería figura clave en la materialización de este sueño: el congresista norteamericano James McGovern.

McGovern, responsable de obtener la autorización gubernamental necesaria para darle luz verde al establecimiento del convenio, declaró a los medios cubanos sentirse orgulloso de formar parte de este esfuerzo común.

“No hay razón para que Estados Unidos y Cuba no tengan relaciones normales. Si podemos unirnos para restaurar una casa y para asegurar la integridad de un patrimonio tan valioso como el de Hemingway, entonces no hay límites para lo que pueda hacerse en materia de colaboración.”

“Hemingway trasciende la política. Le agradezco infinitamente a los cubanos el cariño con que realizan este trabajo arduo de recuperación de su memoria, porque este es un proyecto cubano al que es un honor apoyar.”

Para Jenny Phillips, la figura de Ernest Hemingway tiene particular significación. Su abuelo, Maxwell Perkins, fue uno de los mejores amigos del mítico escritor y también editó la mayoría de sus libros. Por eso, la creación de Finca Vigía Foundation fue para ella casi una necesidad, “un pretexto para hacerme útil en este lugar”.

Esta organización sin fines de lucro ha posibilitado la aportación de tecnología y la asesoría de especialistas en conservación y restauración, paisajistas, arquitectos e ingenieros para la asistencia a los técnicos de la institución habanera.

 “He estado aquí muchas veces por causa del proyecto. La primera vez que vine a visitar Finca Vigía fue en el 2001 y no sabía mucho sobre la vida de Hemingway y no estaba tan interesada en la vida de mi abuelo en ese momento, pero después que vine aquí se me despertó la curiosidad y pude leer más, por lo que realmente comencé a frustrarme por la relación entre los dos países, con la política norteamericana y pensé que si podría ayudar con la restauración del hogar de Hemingway, pues podría contribuir a fortalecer ese lazo. Era lo correcto.”

Este refugio cubano, hogar de “Papa”, de sus gatos y perros, donde escribió obras inspiradas en la gente de Cuba - entre ellas El viejo y el mar, Pulitzer en 1953 y que le valió el Nobel al año siguiente- atesora una extensa y valiosa colección de objetos personales, que ayudan a hacerse una idea de quién era el hombre detrás de las letras, el rifle y el vaso de ron.

TRABAJO PARA TRES VIDAS

Aquí hay trabajo para tres vidas, bromeó con Cubahora Néstor Álvarez Gárciga, especialista al frente del equipo responsable de restaurar, preservar y digitalizar los miles de documentos piezas únicas pertenecientes a la papelería de Hemingway, donde se incluyen desde recibos de seguros, telegramas y correspondencia que sostenía con importantes figuras de las artes y la literatura de todo el mundo.

La renovación este martes 18 del convenio entre Finca Vigía Foundation y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, en la persona de Jenny Phillips y Gladys Collazo, presidenta de este último, viene a asegurar una continuación en este trabajo, que entre sus resultados más sobresalientes incluye la restauración de la casa principal y sus accesorias, junto a la conservación y entrega de copias digitales de varios miles de misivas y documentos de esta colección, a la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy, de Boston.

Unas 23 mil piezas conforman el patrimonio completo del Museo de la Finca, donde además se incluyen obras de arte, armas, trofeos de caza, mobiliario, equipos eléctricos y mecánicos (desde un radio hasta un aire acondicionado), ropa u objetos de decoración.

Es necesario preservarlo todo, para que las futuras generaciones conozcan quien fue ese extraordinario hombre, y de ese trabajo queda mucho por hacer, aseguró Jenny Phillips.

“Lo sentimos como un  nuevo comienzo, un redoblar de esfuerzos. Estoy segura que si mi abuelo pudiera ver lo que estamos haciendo, estaría muy complacido.”   

 


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Yeneily García

Se han publicado 4 comentarios


Yeneily García
 20/3/14 13:52

La condiciones han mejorado muchísimo. Prcisamente para esto se firmó el acuerdo, que en 11 años ha propiciado la restauración de la casa principal y casi todos sus alrededores, incluyendo el Yate Pilar que está junto a la Piscina (la famosa piscina donde segñun cuentan nadó Ava Gardner desnuda). Todo con la ayuda de especialistas y entusiastas norteamericanos, que se unieron a pesar de todo con los cubanos para preservar el legado de Hemingway. Se mejoraron también las condiciones de exposición de los objetos. Es realmente un lugar al que se debe ir su uno vive o visita La Habana. Yo también conocí a Fico en mi primera visita y también disfruté mucho con sus recuerdos. Todo lo que rodea el mito de Papa es realmente casi mágico, si a eso se le añade estar donde él vivió por más de 20 años.

Tide
 19/3/14 23:03

He visitado una sola vez Finca Vigía. Eso fue hace más de diez años. ¡Ojalá que hayan mejorado las condiciones del lugar! Las áreas verdes las vi no tan cuidadas. La residencia, donde radica el museo, muy ordenada, bien cuidada, con verdaderos “tesoros” en su interior, permanecía con puertas y ventanas abiertas para que se pudiera apreciar bien su interior, y aunque no se permitía la entrada a los visitantes, que no éramos muchos en aquel momento, me pareció que con esa medida, estaban las colecciones demasiado expuestas a la humedad, al polvo y al ambiente. Ese mismo día, y no lejos de allí, conocí a “Fico”, que había sido el último de los cocineros que empleó el escritor, pero que desde sus nueve años, recién mudado el escritor a ese lugar, tal vez en los primeros años de la década de los años 40, pasó a ser parte de los servidores de la casa. Estuve conversando con Fico por casi una hora (todo quedó grabado en VHF que aún guardo) que era tío de uno de mis yernos, y me contó desde cómo había sido “reclutado” por el mismo Hemingway a la entrada de la finca donde solía esperarlo, con otros fiñes de la vecindad, para que les regalara unas monedas, hasta el mismo día que partió para no volver, y hasta un poco más allá. Me habló del cariño tan especial que le tuvo el escritor, las atenciones y ayuda que le dispensó cuando su hermana se fue de este mundo: Papa cubrió los gastos del funeral y para más, se apareció en su humilde casa esa misma noche, cuando velaban a su fallecida hermana, acompañado de su esposa de entonces. Fico jugaba pelota en un “cuadro de tres bases” con los niños de la familia y otros que los visitaban, y me contó de cuando alguna vez el mismo dueño participó. Interesantes anécdotas que pudieran enriquecer mucho más la historia del lugar y la biografía del escritor.

ernesto
 10/7/19 23:02

Hola quisiera saber quien era pato en la finca la vigia de ernet hemingway ya que poseo un libro que esta firmado y dedicado a pato. Gracias Mi correo es lafitaernesto@nauta.cu

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Nancy Ponz desde FB
 19/3/14 16:07

Huy que bueno esta muy bueno si y que tumben el bloqueo

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