Dos siglos de tradición y cultura en Gibara

Cuando en la mañana de este 16 de enero vuelvan a sonar las campanas de la Iglesia Católica San Fulgencio en el poblado costero de Gibara, la Villa Blanca de los Cangrejos –como popularmente se le conoce– celebrará con júbilo el aniversario 200 de su fundación.

En este pequeño pueblo de la provincia de Holguín se respira el aire de mar por todas partes. Cuentan que cuando el Gran Almirante Cristóbal Colón ancló en la bahía de Gibara —donde desembocan los ríos Gibara y Cacoyugüín–, bautizó como Silla de Gibara a la mayor elevación de la localidad debido a su increíble semejanza con la pieza utilizada para montar caballos.

Los gibareños son hombres y mujeres muy especiales, marcados por el arte de la pesca que también ha dejado su huella en la cultura culinaria como advierte el Chef internacional Alberto Gámez Ronda, representante de la Asociación Culinaria de Cuba en la localidad.

“Gibara tiene una comida muy auténtica, con más de veinte platos típicos, sabrosos, exquisitos. La mayoría de esos platos son elaborados a base de pescado y mariscos”, le contó a esta reportera el Chef y autor del libro Sabor a Gibara.

SOLÁS EN LA MEMORIA

Pero sin dudas, el villorrio es hoy conocido en todo el orbe gracias a la impronta del gran cineasta cubano Humberto Solás (La Habana, 1941 - 2008), un enamorado de la localidad donde fundó el Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara.

De la tradición oral nació la receta del Pescado Esperlán Humberto Solás, un saladito con el cual el director de Lucía (1968) y Miel para Ochún (2001) agasajaba a sus invitados al Festival.

Durante los días del evento –cuya XIII edición  se desarrollará entre el 19 y 23 de Abril de 2017–muchos gibareños nuevamente darán muestras de su conocida hospitalidad y calidez.

Quizá regresen las fiestas en honor a Solás, cada noche en un barrio diferente, donde se colocarán mesas en las calles con alimentos elaborados por cada familia para convidar a quienes asisten al Festival con los deliciosos platillos típicos que forman parte de las tradiciones culinarias gibareñas.

El Director Municipal de Cultura en Gibara, José Manuel Palma Tamayo, advierte que existe una comunión muy fuerte entre las autoridades del gobierno en el territorio y el Comité Organizador de la importante cita cinematográfica que, en la actualidad, tiene al también cineasta cubano Jorge Perugorría como su presidente.

“En tal sentido, en este 2017, el Ministerio de Cultura le brindará un mayor apoyo al Festival y sus propósitos culturales. Habrá una mayor presencia de películas, conciertos, un mayor aprovechamiento de las instalaciones culturales y el Festival tendrá alcance hasta en la Ciudad de Holguín”, dijo Palma Tamayo en un encuentro con la prensa.

UN RENACER DE LA VIDA SOCIO CULTURAL

Gibara posee una base agrícola. Se destaca por sus dos parques eólicos para la producción de energía eléctrica a partir de fuentes no contaminantes así como por el desarrollo del turismo de naturaleza y la puesta en valor del patrimonio como una de sus fuentes de autofinanciamiento.

Muchos son los valores culturales que atesora este municipio, cuyo Centro Histórico Urbano recibió, en el año 2004, la declaración de Monumento Nacional y ha sido propuesto como Patrimonio Mundial de la Humanidad. En un futuro cercano, Gibara pasará a formar parte de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales.

Según destacó Alexander Ávila Boffill, Vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en el territorio, para rememorar los dos siglos de fundada la Villa se han acometido varias acciones constructivas, desde el año 2014, con el objetivo de devolver a la comunidad una ciudad con todas sus instalaciones rejuvenecidas y donde prime un empleo adecuado de los valores del diseño y la arquitectura.

Entre las obras sometidas a una restauración capital sobresalen: el Museo de Arte Colonial, el Museo de Artes Decorativas, el de Historia Natural, la Casa de la Cultura de Gibara y la sala teatro El Colonial, que llevaba más de 40 años cerrada. Todo lo anterior forma parte de un programa que comprende la restauración y el mantenimiento sistemático de los inmuebles.

Se estima que, cada año, visitan la provincia de Holguín unos 200 mil turistas. Muchos de ellos se hospedan en instalaciones hoteleras de Gibara como el Hotel Ordoño y el Hotel Arsenita pero también en las casas de renta administradas por emprendedores particulares.

Por esa y otras razones, el pasado año, las autoridades de la provincia decidieron otorgarle la condición de Hijo Ilustre de Holguín al Ministro del Turismo, Manuel Marrero Cruz. 

Este 16 de enero volverán a tañer las campanas en Gibara. La ciudad y sus pobladores lucirán sus mejores galas porque, desde 1817 hasta la fecha, tienen más de 200 motivos para celebrar.