De la historia y algo más

- ¿Profesor de historia?

- Pues sí, increíblemente algunos me ven como eso más que como trovador o cantautor. Y no me molesta. A mí lo que me interesa es que la gente se divierta, baile, aplauda, cante, pero sobre todo que piense, reflexione, analice, aprenda, comprenda…Y si yo puedo contribuir a eso con mis canciones durante tres horas cada sábado,  está bien.

- Entonces la peña ya tiene otro sentido…

- Ya ves, las cosas surgen como uno no las espera. Cuando se reúnen muchachos que no vivieron determinadas épocas o que eran muy chiquitos como para acordarse, es normal que suceda eso. Escuchan mis letras y aprenden lo que es una Cuba, y cuando cuento mis anécdotas o mis invitados lo hacen, también se empapan de esa historia que no se cuenta en libros porque pasa en cualquier esquina, en cualquier lugar, en cualquier momento.

Frank Delgado tiene razón. Más que como cantautor o trovador muchos podemos encontrar en los temas de sus discos un recuento, sui generis, de lo que fue una realidad, el abordaje de una experiencia o de un suceso desde su visión, irónica, sarcástica, simple e inteligente, todo eso a la vez.

Finalmente no sé si su peña de los sábados en el anfiteatro del Parque Almendares llevará algún nombre. Y si aceptará llamarse el profesor de historia. Solo sé que lleva dos meses citándose con el público en ese lugar, junto a Eduardo del Llano, y otros amigos que se suman, no los mismos cada semana.

Guitarra en mano conversa, saca acordes, rememora letras que hace tiempo no canta, cuenta chistes, chismes y anécdotas, y sobre todo, ofrece una opción más de recreación sana e inteligente.

No me interesa competir con otros espacios y por eso el horario de 6 de la tarde a 9 de la noche me parece prudente. Los que quieran pueden irse después a Fábrica de Arte Cubano o a cualquier otro sitio, pero ya compartieron un rato conmigo, y me sentí a gusto. No me interesa el dinero que se recaude, que no es mucho y no es lo esencial…Lo que me interesa es invertir el tiempo de manera productiva y que esa sea la manera en la que otros lo inviertan también”.

- No se le ha dado mucha promoción al espacio…

- A veces sucede así. Por suerte los bancos se llenan, la gente multiplica lo bueno en sus ámbitos aunque se siga difundiendo más otro tipo de actividades que con meneo y bailoteo engancha a la mayoría. Los medios de comunicación en ocasiones cometen errores, o les restan importancia a algunas cosas sin pensar en las consecuencias.
Ciertamente se pasa un buen rato, allí donde “solo un gran aguacero puede impedirnos estar”. El sábado pasado, en el que estuvieron Erick Sánchez, Enid Rosales, Lil Ojeda, Pablo Menéndez y William Vivanco como invitados, me gustó disfrutar de esa complicidad que se crea entre generaciones diversas.

“Aquí hay gente que ha venido todos los sábados desde que empecé, y que ha traído a sus amigos. Hay quien se me ha acercado y me ha dado las gracias, y hay muchachos que me dicen: Así me gusta que me cuenten las cosas…La música sigue siendo el pretexto para escuchar un cuento de Eduardo del Llano, compartir con los amigos y despertarle a la gente el buen gusto, el deseo de pensar. Me gusta lo que está pasando”.

Aplaudo el buen sonido del lugar  y la propia iniciativa de darle vida a un espacio de esta ciudad que ha quedado olvidado. El Anfiteatro del Parque Almendares, natural, céntrico y acogedor puede seguir dándoles cabida a proyectos de este tipo.

Frank Delgado firmó contrato hasta noviembre y ojalá nada suceda en el transcurso del tiempo que evite que cada sábado, desde las 6 de la tarde y hasta las 9 de la noche, nos reunamos a cantarle a la Cuba que cada cual conoce y quiere.