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jueves, 28 de noviembre de 2024

Arte bajo el mar

El artista cubano de la plástica Sandor Gonzalez crea y muestra gran parte de su obra en una galería subacuática...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 17/08/2016
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Con mucho cariño atesora su primer cuadro pintado a 6 metros bajo el mar. Fue un fracaso pictórico, me dijo, y hacerlo con dos buzos sosteniendo cada extremo del lienzo cual caballete improvisado tampoco le trajo buenos resultados. Pero fue así como el licenciado en Química y artista de la plástica Sandor González se atrevió por primera vez a echar a andar su obra submarina.

“Siempre me gustó experimentar y la química me pareció genial para eso cuando era joven, no veía el arte como una forma de vida. Al final, dejé de ejercerla y estudié  grabado en la Escuela de Artes Plásticas San Alejandro, pues eso era lo único que no podía aprender en mi casa por los recursos que se necesita para eso.  Luego me percaté de que la química sirve para todo en la vida, y en especial en el arte, cuando vas a mezclar los colores, por ejemplo”.

- ¿Acaso siempre pensaste en hacer tu obra bajo el mar?

- No, esa idea vino después. Hace siglo y medio se registró la pintura submarina, había leído sobre ella, y cuando conocí al  buzo y fotógrafo submarino Vicente González, en Santiago de Cuba y me habló del pintor español Alfonso Cruz y de lo que hacía con lienzos marinos, me sentí motivado y en ese momento no pude hacer nada.

“Estuve la primera vez en la Ciénaga de Zapata integrando la brigada Marta Machado junto a Alexis Leyva Machado (Kcho)  en el recorrido por el país,  y decidimos rescatar el mural del 50 aniversario del museo donde aconteció la histórica cena de nochebuena de Fidel. La brigada se fue, yo me quedé,  y me siento a gusto en ese batey 5 kilómetros monte adentro y con alrededor de 300 habitantes. La Ciénaga es mi segundo hogar, muchas familias me han acogido como si formara parte de ellos desde la consanguineidad”.

- Allí pintas bajo el mar y tienes tu obra en tierra firme…

- Sí, en la Ciénaga de Zapata, donde existen 11 puntos de buceo, quise hacerlo. Le planteé la idea de una galería de arte submarino a las autoridades de Cubanacán, sin que asumieran costo alguno, y estuvieron de acuerdo. Yo solo debía aprender a bucear.

“Tengo una pequeña galería con obras de  Roberto Fabelo,  Ernesto M. Rancaño, un manuscrito de Dora Alonso, y otras obras de mi colección, a las que se suman las manualidades de la comunidad como pueden ser los bordados. Los más jóvenes pueden entonces admirar las obras de arte de artistas famosos y las que colocan sus vecinos.

La exposición Primera vez está también en tierra firme y, como requisito esencial, todo lo que allí se muestra está realizado bajo el mar. Por eso el público puede ver mis obras submarinas y las fotografías submarinas de mi amigo Daniel Pérez Hernández”.

- ¿Y en la galería subacuática Transeúnte qué  se puede apreciar?

- En el Centro de Buceo Punta Perdiz mantenemos piezas de cerámica bajo el mar, confeccionadas con alta tecnología con un nivel de absorción específico. Llevan dos años las obras en esa galería y no ha habido daño al medio ambiente, aspecto fundamental  en mi trabajo.

“Las 11 cerámicas sumergidas, de 60 de alto con 56 de diámetro, fueron realizadas en el taller de Lázaro Pérez, un ceramista amigo mío más conocido en el mundo del arte como Matacochinos, debido a una tradición familiar que en realidad él no ha continuado”.

- ¿No tienes anécdotas relacionadas con tu trabajo bajo el mar?

- Sí, claro, miles. Una regla estricta del buceo es no estar solo bajo el mar. Pero en una ocasión mi ayudante se alejó y me asusté con una cubera que me dio vueltas un rato y cuando me mordió un pececito. No creas que es exageración,  cuando se está entretenido la mínima cosa te asusta.

- Imagino que hayas experimentado a tu manera…

- En dependencia del lienzo, ya he experimentado con diferentes maneras de concebir la obra. He trabajado con grafito, con carboncillo, con pastel de cera, con barras y pastel de oleo, y con pintura de aceite también, preparada de una forma peculiar. 

- ¿Cuáles son tus planes inmediatos?

- La galería Transeúnte cumple su segundo año el 13 de diciembre y quiero preparar otras piezas. Me interesa sumergir obras figurativas, elementos de la naturaleza que ni siquiera visualmente agredan el entorno. Soy muy exigente con eso.

“Próximamente iniciaré mi trabajo con el pintor Enrique Wong, para que aprenda a bucear y se una a mí en la creación.

“Me gusta el videoarte pero cuando trabajas con muchas personas no siempre puedes hacer las cosas cuando quieres. Ahora todo lo hago yo: la filmación, la edición…y estoy en fase de postproducción de un documental sobre la Asociación Cultural Yoruba de Cuba. Agradezco mucho la confianza de su presidente y sus miembros para esto porque es la primera vez que se permite filmar ahí. Es un documental sin fines de lucro y ni siquiera tengo interés en distribuirlo, pero he disfrutado mucho todo el proceso de realización”.

- Quienes quieran seguir tus pasos…

- Si no me ven en el Centro de Buceo de Punta Perdiz o por la Ciénaga de Zapata,  pueden encontrarme en mi taller estudio, ubicado la calle Habana y Tejadillo,  en la capital, donde muestro toda mi obra en esos tres pisos.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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