A las puertas del VIII Congreso de la UNEAC

El VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) se celebrará los días 11 y 12 de abril. Convocado desde julio de 2013, se reunirán en el Palacio de Convenciones 310 delegados junto a un grupo de personalidades invitadas de la cultura y la intelectualidad. A primera hora de la jornada inaugural, Miguel Barnet, director de la institución, presentará el informe sobre el trabajo desempeñado por esa organización desde la cita anterior hasta la fecha. Luego sesionarán las comisiones para los debates, cuatro de ellas lo harán el viernes entre 2:00 y 5:00 p.m.: Cultura y medios; Ciudad, arquitectura y patrimonio; Arte, mercado e industrias culturales; y Estatutos, reglamento y reclamaciones.

Los temas vinculados con la quinta y última comisión —Educación, cultura y sociedad— servirán de base para el amplio intercambio a desarrollar en plenario, el día 12. Luego, cada dictamen será el punto de partida para la labor de la nueva dirección, la cual se elegirá para los venideros cinco años.

Antes de llegar al Congreso, se realizaron numerosas asambleas de balance en los comités provinciales, así como en las cinco asociaciones nacionales radicadas en la capital: Escritores, Música, Artistas de la Plástica, Artistas Escénicos, y de Cine, Radio y Televisión.

Recientemente, en el espacio de la Mesa Redonda, Miguel Barnet, afirmó que será un Congreso más austero y de combate frente a la mediocridad y la banalidad, donde la educación será una prioridad y resultará de gran significado para la vida cultural y política del país. También instó a fomentar los verdaderos valores y defender que siga siendo la vanguardia, sin renunciar a las expresiones culturales que identifican a la nación cubana; esta última constituye una tarea primordial de la asociación y será un tema de análisis en el Congreso, destacaba el autor de Biografía de un cimarrón, quien agregó que la UNEAC debe promover un debate apegado a la realidad concreta para no caer en el vacío, porque los jóvenes quieren una recreación donde dichas expresiones musicales estén presentes, pero no se pueden difundir de manera arcaica o en su formato original.

Barnet, también presidente del Comité Organizador del evento, se refirió a la vocación de universalidad de los cubanos, el cual ha contribuido a inaugurar la modernidad en el continente, “por ello no podemos estar ajenos a las influencias positivas de los valores que tengan un verdadero peso cultural, hecho que no relega a un segundo plano manifestaciones autóctonas como el son y el danzón”.

A propósito del VIII Congreso, la televisión nacional realizó una entrevista a Ramón Silverio, fundador del complejo cultural El Mejunje, quien llamó "definitorio" a este congreso y espera se caracterice por un debate sano. "Dialogar es escuchar al otro, y este congreso debe ir al diálogo", destacaba. 

Como parte de una agenda previa al VIII Congreso de la UNEAC, el diario Granma entrevistó al historiador cienfueguero Orlando García Martínez, quien destacó la presencia de una renovación natural en algunas asociaciones, comparado con el anterior Congreso. Destacó que todos debemos incidir en la relación Sociedad-Cultura-Educación, la cual va más allá del propio hecho artístico-literario. En su opinión, los intereses profesionales estarán dirigidos a cómo estos pueden “contribuir al reforzamiento de los valores, de los elementos identitarios, de todos los aspectos que coadyuvan a la preservación de nuestro proyecto social, la nación y la cultura”. “Hemos hablado con detenimiento del imperativo de revitalizar los valores en las generaciones que crecen, poniendo en diálogo la herencia cultural y el conocimiento de la historia. Hoy quienes están en las aulas de primaria y secundaria e incluso en las universitarias deben poseer un conocimiento de las raíces de nuestra nación, de cómo se ha construido un proyecto que es continuidad del nacido en 1868”, concluyó el intelectual.

Otro de los entrevistados por estos días con motivo del Congreso fue la destacada locutora Marialina Grau Espinosa, quien ejerce como presidenta de la Sección de locutores de la Asociación de Audiovisualesen de la UNEAC y  vicepresidenta primera de la Federación Hispanoamericana de Locutores.

En su opinión, los medios son culpables de lo bueno y lo malo en cuanto al comportamiento social, a la defensa de la identidad, a la palabra hablada. “En el Congreso anterior planteé la preocupación por el deterioro del habla nacional lo cual aún está sucediendo a través de los medios. Hemos asumido ciertas jergas como simpáticas y no lo son”. Para ella, la televisión crea patrones de conducta; “los locutores llevamos años en esta cruzada, estudiando los modos de expresión. Los medios son para educar. Si observas con detenimiento las novelas brasileñas, notarás que el asesino y el delincuente hablan de manera correcta”.

Preguntada sobre las principales preocupaciones planteadas en la comisión de Audiovisuales, Grau Espinosa destacó que sobre el tema de la deformación del lenguaje se ha planteado mucho; otros aspectos a debatir serán la variedad en la programación, la nueva parrilla y las especialidades por canales. También se han tratado temas económicos, relacionados con los lineamientos en el ámbito de la cultura, con la Ley de Inversión Extranjera, las formas de pago de jubilación y de pagos de impuestos entre otros.

En el caso específico de la radio, uno de las principales preocupaciones es la variedad de la programación. ¿Por qué hay a la misma hora programas iguales en emisoras diferentes? ¿Por qué escucho la misma voz grabada en una emisora y en otra en vivo al mismo tiempo? Eso despersonaliza la radio, comentaba Grau Espinosa.

“La organización también contempla la capacitación de los jóvenes para ejercer la locución radial y televisiva con más calidad. Tenemos una Cátedra de Locución mediante la que se ha capacitado a meteorólogos y periodistas, personas formadas en otras materias ajenas a la locución. Si estos medios no tienen buenos locutores, pierde en calidad”.

Apenas a unas horas de iniciar el VIII Congreso son muchas los temas colocados sobre la mesa: la creciente banalidad, la deformación del gusto, las relaciones mercado-arte, la formación de nuevos artistas, entre otros que pueden marcar un punto de giro en la política cultural del país.