En el Shopping Center, el dueño manda: Facebook es una shopping! (+Infografía)

Hace apenas unos meses, Julian Assange, editor de Wikileaks,  publicó su libro Cypherpunks, una recopilación de conversaciones con amigos sobre el uso de la Criptografia, donde expone la lógica de los dueños de las infovías y de la recolección indiscriminada de datos, para vigilar (espiar) las personas y sus comportamientos.

Recién el mundo ha descubierto que el señor Barak Obama, Presidente de los Estados Unidos de América, observa todo lo que se publica en las llamadas redes sociales como Facebook.

La red digital Facebook tuvo su origen el 4 de febrero de 2004, por lo que llega a su primera década con cambios e innovaciones desde aquella simple galería de imágenes que compartían un grupo de estudiantes de la Universidad de Harvard.

A pesar de que Facebook alcanza la cifra de 1,23 mil millones de usuarios, los números muestran claramente que esta red digital no es un espacio democrático (véase infografía). Eso sí, es un gran y lucrativo negocio. Jamás sus dueños permitirían que ocurra en su territorio digital algún tipo de manifestación que pueda significar perdidas de US$ y mucho menos que pretendan cambiar el sistema que genera millones de lucros todos los años para los dueños de las empresas.

Y es que Facebook, G+, Twitter, Orkut, Gmail, Hotmail, Yahoo y muchos otros servicios de Internet disponibles por empresas privadas norteamericanas o europeas son modernos Centros Comerciales digitales, que actúan como agentes del Departamento de Defensa del Norte de América. Sus proveedores y repositorios se encuentran en territorio de los EE.UU., bajo las leyes de este país. Sus propietarios quieren ganar dinero con el tráfico de la información que la gente publica allí gratuitamente. Así todo está permitido hasta que no perturbe a la sensación de isla de la fantasía, que no perturbe al descanso de los patrones. Y de todo hacen para mantener el orden intacto, como ya pasa en Brasil con el caso de la Red Globo de Televisión, muy bien documentado en el documental de BBC “Más allá del Ciudadano Kane” .

¿Alguién ha visto alguna manifestación popular en los famosos Centros Comerciales?

Por supuesto que no. Los Centro Comerciales viven de las visitas de los clientes y de la venta de los productos que allí se ofrecen. Aunque sean espacios de circulación pública, son propiedad privada.

Y también lo son las redes digitales y las infovías de comunicación.

Para ponerlo más claro: En el mundo capitalista, las carreteras donde circulan nuestras ideas e informaciones siguen siendo privadas, a saber: los servicios de telefonía están en las manos de grandes corporaciones transnacionales como ATT, Vodafone, Telefônica, América Móvil, etc. Las redes digitales más famosas también pertenecen a empresas transnacionales que negocian acciones en las bolsas de valores de los mayores centros financieros del capitalismo internacional.

Y como no existe una ley internacional, ni consenso sobre la gobernanza de la Red de Redes, algún Marco Civil de la Internet, para regular lo que se hace o se puede hacer en la red mundial de computadores, todos quedamos rehenes de los intereses privados y comerciales de los dueños de estas redes digitales.

De esta forma, la llamada democracia digital existe hasta el punto que no genere problemas o pérdidas financieras para los dueños de las redes digitales y de la infovías.

Si las organizaciones populares y sociales que luchan por cambios en la sociedad y en la economía-- para que estas estén al servicio de las demandas y necesidades humanas y no el contrario--realmente hace falta apoyar el desarrollo de redes digitales alternativas, autónomas, soberanas y federadas, como Blogoosfero, Friendica, Identi.ca, Diáspora, que buscan garantizar una gestión más dinámica y diversa de contenidos, permitiendo a los usuarios de diferentes redes digitales conectarse entre sí, intercambiar informaciones, crear nuevas formas de interacción a través de la Web, sin que necesariamente se deba ser usuarios de una misma red digital. Vease más en Dilma, el espionaje electrónico y un cambio de paradigma  y Tecnologías propietarias ¿ser o no ser?

Necesitamos ocupar la Web, resistir en ella y producir nuestros propios espacios, tecnologías y contenidos, construir redes sociales federadas como garantía para tener una Internet Humana, al servicio de los Derechos Humanos.

Ello conlleva elaborar políticas que atiendan el interés de los seres humanos y no el negocio lucrativo de unos pocos, construir nuestra propia logística de comunicación e información para empoderar a los movimientos sociales y organizaciones populares, toda vez que entramos en una nueva fase del desarrollo socio-económico, donde las informaciones y la llamada producción inmaterial gana más y más importancia en los procesos de producción de riquezas y conocimiento, así como en su distribución.

Gracias a las tecnologías libres y soberanas, podemos optar entre seguir como meros usuarios de tecnologías propietarias y cerradas producidas por grandes empresas transnacionales o transformarnos en sujetos de la tecnología, construyendo y desarrollando redes digitales sociales donde el centro de las redes son las personas, sus necesidades y derechos.