Educación y TIC es el camino

Si bien el acceso a Internet en Cuba tiene por delante muchos desafíos —sobre todo para una sociedad que llega con rezagos a este escenario—, no cabe duda de que constituye una opción necesaria para el desarrollo del país frente al entorno contemporáneo que arremete. En este sentido, el perfeccionamiento del sistema educativo resulta una de las tareas fundamentales frente a los intentos por procurar la informatización de la sociedad cubana.

Con el propósito de llamar la atención sobre las tendencias pedagógicas en la virtualidad, la convergencia tecnológica en la educación, la educación abierta, la analítica del aprendizaje en red, la producción de recursos para el aprendizaje, entre otros apartados interesantes, sesionará en La Habana la XVI Convención y Feria In­ternacional Informática 2016, entre los días 14 y 18 de marzo.

Durante el Primer Taller de Informatización y Ciberseguridad, celebrado en febrero de 2015, el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseguraba que en el país existe la voluntad y disposición de desarrollar la informatización de la sociedad hasta lograr una inserción efectiva y auténtica de los cubanos en el escenario digital.

Frente a este propósito sobresale la interrelación, cada vez más marcada, entre educación, conocimiento, ciencia, tecnología, innovación y sociedad. Una cuestión sumamente apreciable a la hora de pensar los esquemas que deben regir una política de uso y acceso a Internet en el país.

Numerosos estudios desde la universidad cubana señalan que “las TIC propician la construcción social del conocimiento y nuevas formas de trabajo colaborativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que es incuestionable el cambio en la concepción del mismo hacia un nuevo modelo en los proyectos educativos”.

En este sentido, el Ministerio de Educación desarrolla tres líneas fundamentales de trabajo para actualizar todo lo referido a las TIC en los centros educacionales de todos los niveles de enseñanza del país, aseguraron especialistas del área de Informática del Mi­nisterio de Educación durante el espacio televisivo Mesa Redonda que trató sobre el desarrollo actual y las perspectivas en la informatización y la producción de recursos digitales en el sistema educativo cubano.

Entre estas directrices destaca el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio por grados de enseñanza; la sustitución del equipamiento informático, que tiene un 80 % de obsolescencia; y la conectividad de las escuelas, lo cual pasa por la disposición tecnológica de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) para dar el servicio a partir del presupuesto aprobado.

Sin embargo, aun cuando el proceso de enseñanza y aprendizaje esté mediado por las TIC, los educadores deben ser más creativos e innovadores, capaces de implementar nuevos recursos didácticos, así como nuevas estrategias de aprendizaje y la aplicación de nuevos modelos didácticos y pedagógicos; de lo contrario volveremos a cometer antiguos errores, puesto que ninguna tecnología debe sustituir la figura del educador.

Hoy día es prioridad para el Ministerio de Educación (MINED) que los estudiantes lleguen a la Educación Superior preparados para asumir las nuevas tecnologías, asegura Carlos del Porto, especialista principal de Desarrollo del MINED. No obstante, desde las Universidades se plantea la necesidad de transitar hacia un nuevo modelo educativo.

La obsolescencia del modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje; la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje, basadas en recursos y modelos didácticos factibles de implementar en las plataformas virtuales; el incremento de la matrícula en las carreras, tanto en cursos regulares como por encuentro, son cuestiones que no se dan a esperar cuando urge la formación de usuarios cada vez más comprometidos, conscientes y capaces de hacer un uso con sentido de la red.

Como bien ha avizorado el vicepresidente cubano “no hay recetas ni una respuesta única” que señalen el camino hacia la informatización de la sociedad cubana, no obstante se “necesita trabajar con visión de país y con la participación intersectorial, interdisciplinaria y abierta, que permita construir una estrategia nacional, que ponga a esta tecnología y a la infraestructura que debe acompañarle al servicio del proyecto de país que se pretende alcanzar”.