A estas alturas del siglo XXI, cambio climático resulta cuando menos una señal de alerta. Confirmado por las Naciones Unidas, las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta han alcanzado niveles sin precedentes. Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3 °C desde 1990.
Preocupante es también el aumento del nivel del mar, fundamentalmente en zonas bajas. Cuba no está exenta a esta situación, pues se pronostica que el próximo año la elevación del nivel medio del mar alcance los 9,2 centímetros.
La mayor parte de las emisiones mundiales históricas y actuales de los gases de efecto invernadero se han originado y son responsabilidad de los países desarrollados. Sin embargo, como se señaló en el informe más reciente de la Comisión Global de Adaptación, “las personas que hicieron menos para causar el problema (cambio climático), especialmente aquellos que viven en la pobreza y las zonas frágiles están en mayor riesgo”.
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Entre los esfuerzos que se llevan a cabo para lograr mayores compromisos internacionales, destacan la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París, los cuales carecen de sentido si no se implementan y acompañan de acciones ambiciosas que permitan frenar el aumento de la temperatura media anual.
Con vista a concretar estas acciones, el Secretario General de la ONU, António Guterres convocó a una Cumbre sobre la Acción Climática, desarrollada este 23 de septiembre en Nueva York. Esta iniciativa debe reconocerse como un significativo paso de sensibilización ante la grave situación climática global. Según informaron agencias de noticias, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump no asistió al evento, pero esta “novedad” no nos sorprende, viniendo de alguien que en junio de 2017 decidió retirarse del Acuerdo de París.
¿POR DÓNDE VA CUBA?
La realidad ambiental no es ajena a la geografía insular cubana. Disímiles eventos meteorológicos dan fe de ello. Sin embargo, y aunque su aporte a las emisiones globales es de apenas el 0.08%, llega a esta cumbre con los resultados obtenidos de la implementación del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida), y de su Contribución Nacionalmente Determinada en respuesta al Acuerdo de París.
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Ambas plataformas de trabajo recogen las políticas climáticas del país. En ellas, la adaptación se presenta como la prioridad principal, al tiempo que se asumen importantes compromisos vinculados a las fuentes de energía renovables y a la eficiencia energética.
Hasta el momento, el país analiza los resultados de la Tarea Vida en su primer plazo (año 2020) y estudia la actualización de su Contribución Nacionalmente Determinada, teniendo en cuenta diversas acciones que están en curso y que responden a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social al 2030.
Estas acciones responden a la alerta temprana que hiciera el Comandante en Jefe Fidel Castro desde el año 1972.
Desde la Carta Magna de la República, el Estado se ocupa y preocupa por la atención a esta temática, respaldada por los artículos 75 y 76 referidos a la protección del medio ambiente y al derecho al agua. Además, se han elaborado y perfeccionado paulatinamente regulaciones que protegen los recursos naturales cubanos.
Por estos días se lleva a cabo en el país la campaña Latiendo en Verde, para apoyar las acciones climáticas que se desarrollan a nivel internacional. Esta es una muestra del compromiso con el llamado del Secretario General de las Naciones Unidas a que todos los países presenten planes más ambiciosos los aspectos relacionados con la situación climática actual, y futura.
Latiendo en Verde se inserta en la jornada cubana anual por el Día Mundial del Medio Ambiente con el lema “Por un medio ambiente sano y equilibrado”, y contribuirá a la sensibilización de la población cubana en la problemática ambiental y en especial, en los impactos del cambio climático en el mundo y en la nación.
El Hurón
24/9/19 13:03
Es muy loable la preocupación cubana por el cambio climático. La Tarea vida además nos trae un empuje necesario en esa vía. Pero lo que me pregunto a cada día es. ¿Que hacemos para combatir con energía las muchas contravenciones que en materia de medio ambiente se practican en nuestro país a ojos vistas de cuanta autoridad competente existe? No se ve un actuar de inspectores, policías y demás para evitar la depredación indiscriminada de los recursos naturales. Yo me he movido en esos medios, he visto de todo tipo de violaciones. La pesca ilegal, la caza ilegal y la tala de árboles de madera preciosa llegan a niveles preocupantes. Nada se hace o muy poco para evitarlo. Cuantos cazadores ilegales hay? La mayoría usan los fusiles neumáticos llamados comúnmente escopetas de perlest, esos que se supone deben estar en los campos de tiro que actualmente administra la Asociación de Combatientes. Los hay por miles en manos de gente que los usa para matar indiscriminadamente a cuanto pájaro se le cruce. Usan señuelos para atraer las palomas y dispararle a corta distancia desde un escondite. Me pregunto si la Asociación de Combatientes sabe de esto? Y debe saberlo pues todos esos cazadores compran los proyectiles ahí en sus campos de tiro. Que tanta importancia tiene para la Asociación de Combatientes esa entrada económica? Se supone que sean para hacer una práctica de tiro allí mismo y no para llevarlos a casa y ser disparados por una arma ilegal que además salió de esos mismos campos de tiro, allí también se consiguen las piezas de repuesto para mantenerlos en buen estado. Todo eso es ilegal y nadie hace nada. Los niños ven en esa actividad algo normal y creen que las palomas se pueden matar en cualquier cantidad y época del año, sin respetar vedas y límites de captura. En la pesca ni hablar, el mismo estado es el más dañino con sus redes de arrastre. Ahora con las nuevas regulaciones hay miles de particulares que también hacen uso indiscriminado de los paños de red. Mallas fuera de medidas, capturando a cuanto pez cae, sin importar tamaños o si al menos se a reproducido una vez como debe ser. En las opiniones vertidas por los debates de la nueva ley de pesca lo que se podía leer era bien preocupante al respecto de la explotación inmedida de los recursos pesqueros. Porqué tenemos que ver como en muchos países se es muy riguroso con el cuidado de la flora y fauna, la pesca está muy regulada y las multas por contravenciones son altísimas y todos respetando. El desastre lo tenemos aqui, es una pena. Gracias por la oportunidad de expresar mi opinión.
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