Un documental para recordar: Mujeres... Resiliencia, derechos a la vida

Si quieres ser optimista, aún ante las adversidades, no te pierdas el documental “Mujeres… Resiliencia, Derechos a la Vida”, de las realizadoras Lizette Vila e Ingrid León, donde féminas cubanas cuentan sus historias, marcadas por las condiciones económico-sociales.

La capacidad de las personas de sobreponerse al dolor emocional para continuar su existencia, es un significado incompleto de la acepción psicológica de la palabra Resiliencia. Los testimonios del documental le añaden el ingrediente de tener, además, la oportunidad y el talento para lograr cambios de crecimiento, pese a las ironías de la vida e incomprensiones de otros, y a la insensibilidad y la crueldad imperial.

…Toda mujer tiene alma de flor… dice la letra de la canción “Una Mujer”, compuesta por Israel Rojas, que regaló a este proyecto para que “hicieran volar en los cielos correctos”. Así acompaña a estas historias que pueden ser cercanas a nosotros, algunas de las cuales reseñamos, acompañadas de varios versos.

…La fortuna de un rayo de sol…

Una niña pequeña quedó incapacitada físicamente por causas desconocidas y el empeño de sus padres los condujo hasta una brillante genetista cubana. El único caso en Cuba de la enfermedad neurológica, de causa metabólica, cuyo tratamiento es la dieta, denominada De Vivo y descubierta en los Estados Unidos. Ella ya celebró sus quince años con sorprendentes progresos, dado los inconvenientes que enfrenta su tratamiento.

...O la sombra artera que la cubre…

La joven madre decidió acompañar el sueño de su hija de ser violonchelista, contra viento y marea. La enseñanza musical era gratuita, pero el instrumento y las cuerdas no llegaban al país. Al fin se graduó, y le correspondió pasar el servicio social en la vecina provincia de Pinar del Río. Hoy la artista toca en varias prestigiosas agrupaciones cubanas.

…Una flor que al derecho es copa y al revés sombrilla…

Son casi sensuales las pinturas de esta artista, que apenas tiene los materiales necesarios para crear en el arte de los pinceles y los colores. Sólo que la inspiración puede concretarla luego que termina de ser la “super madre y la super ama de casa”, lo cual no es exclusivo de ella. Más bien, es el denominador común de cada mujer en cualquier profesión u oficio.

…Una flor que al dolor puede arrancarle maravillas…

No importó que los médicos le auguraran para su pequeño hijo con Síndrome de Down, un desarrollo nulo por los síntomas que presentaba. La madre decidió un tratamiento, según ella, con mucho caldo de cabeza de pescado, amor y perseverancia, entre otras atenciones. Madre e hijo ríen a sus anchas hoy cuando el adolescente muestra sus lindos dibujos premiados, rodeado de otros artistas.

…Abrazando una razón con fiera ternura de madre…

Todo el tiempo sonriente se muestra la campesina, a quien la faena se le hace más dura porque trabaja con un tractor viejo y sueña con que algún día puedan comprarse nuevos equipos de labranza en Cuba “y me toque, aunque sea un Picolino”. Cuenta que en una ocasión “llevé un ají tan rojito a mi hijo y le dije, mira las cosas lindas que hace la naturaleza, y él me dijo: mamá, te hizo a ti la naturaleza”.

…“Una mujer inmarchitable, inolvidable…

Así son, así se muestran cada una de las que protagonizan esta cinta de 51 minutos para enriquecerse, producida por Claudio Garcer, bajo la acertada dirección fotográfica de Humberto Mayol. La Casa Productora de Audiovisuales para el Activismo Social, perteneciente al Proyecto Palomas, suma con este, otro material social y humano a su acostumbrada producción.

Unánime fue el reclamo de los asistentes a la puesta del Documental, respecto a su divulgación. Representantes de instituciones culturales y de la mujer, de organismos internacionales y nacionales, la prensa nacional e internacional, entre muchos más, propusieron que se proyecte no sólo en los cines, sino también en espacios estelares de la televisión, en diversos círculos sociales, en las comunidades.

Contribuirá a concientizar cuán abnegada es la labor de la mujer cubana que suma a esta bella y exclusiva condición humana, las limitaciones económicas y hasta incomprensiones familiares y sociales, y sigue madurando con una sonrisa, sin perder la ternura.

Que llegue también a los organismos internacionales, para que vean cuánto daño pueden ocasionar a un pueblo, que se empeña en vivir bajo el signo de la dignidad. Que esta causa, “crezca en la dimensión correcta dentro de las conciencias de los ocupados, de los distraídos, de los insensibles”, como escribió el líder del grupo Buena Fe al entregar su composición para acompañar la obra cinematográfica.