Recetas para puntos negros

Holas amigas y amigos, que lindo sentir que su compañía llega y con ella la cálida sonrisa de una amistad que se va solidificando, pues más importante que los consejos que intercambiamos es ése transparente amor que nos va uniendo.

Hoy es uno de esos días donde suelo permitir que mis ojos se pierdan entre letras de otros tiempos. Sí, es esa loca manía que tengo de escoger al azar un viejo texto y buscar allí su esencia y nutrirme de ella, porque sé que su utilidad nunca se deteriora.

Hoy le ha tocado el turno a una revista que quizás haya sido una de las últimas publicadas de su tipo y que probablemente, la generación de los 90 y sus sucesoras, no la conozcan. Hablo de la revista Mujer Soviética, fundada y publicada por el entonces Comité de Mujeres Soviéticas. Ya por el nombre sabrás que no existe pues tampoco existe ya la Unión Soviética. Pero eso es lo maravilloso de la cultura, puede que pasen los pueblos, puede que pasen los nombres pero el legado se filtra a través de los tiempos.

En ésta revista de 1990 aparecen algunos consejos muy útiles relacionados a las llamadas espinillas que con frecuencia suelen aparecer en nuestro rostro. He seleccionado algunos y quiero compartirlos contigo.

Primero vamos a compartir un poco de cultura general. Lo que comúnmente se conoce como espinillas o puntos negros, a nivel científico, se le llama comedones. Es importante conocer el término pues a veces puede que te encuentres cierta información en referencia a los comedones y la pases por alto porque creas que nada tienen que ver con tus espinillas.

Habiendo aprendido un nuevo término entonces añadamos que los comedones pueden verse como puntos negros pero también como pequeñas elevaciones casi invisibles a la vista. Las zonas de aparición más frecuente suelen ser la nariz, la barbilla y la frente, ya que tienden a ser las zonas más grasas del rostro.

la aparición de dichos comedones está relacionada con la secreción de grasa. Esta grasa segregada por la piel rellena los poros conectados a las glándulas sebáceas pudiendo llegar a obstruirlos y dilatarlos poco a poco. Veamos pues algunas recetas recomendadas, en la revista en cuestión, para combatir la excesiva presencia de comedones en nuestro cutis.

Máscara declara de huevo y agua oxigenada: Antes de entrar en detalles usted debe saber algo, el agua oxigenada es lo mismo que el peróxido de hidrógenos, es decir, el peróxido utilizado para trabajos de peluquería. Ése peróxido o agua oxigenada se clasifica de dos maneras diferentes: su porciento de concentración y el volumen de oxígeno que libera. Así encontramos, comúnmente, peróxido de 10V, 20V, 30V y 40V (hablo de lo que normalmente se comercializa en redes de tiendas). Dichos volúmenes coinciden con el porciento de concentración de la siguiente manera: 10V=3%, 20V=6%, 30V=9% y 40V=12%. Ves, algo más para tu cultura general integral. Pasemos a la receta.

A una clara de huevo se añade una cucharadita de agua oxigenada concentrada al 3% (lo mismo que 10V). La mascarilla se aplica sobre el rostro y se deja reposar unos diez minutos para retirar después con abundante agua.

Máscara de clara de huevo y limón: Se bate una clara de huevo hasta punto de nieve y se añade, gota a gota, una cucharadita de jugo de limón. Se aplica la mezcla de la misma manera que se hizo en la receta anterior. Dejándola, incluso, igual tiempo de pose.

Aparecen otras recetas pero considero son un tanto más complejas debido a los componentes que necesitan. Por esa razón creí mejor no presentarlas en el presente artículo. AH, olvidaba algo, que torpeza la mía. Las mascarillas descritas anteriormente puede usarlas, si su cutis es bastante graso, una vez por semana. En caso de no ser muy graso entonces cada quince días. Pero, muy importante, si usted presenta una piel deshidratada, seca o muy sensible entonces no debe usarlas. Por favor, no viole estas recomendaciones.

Otro aspecto importante es que, si decide probarlas, no las elabore con peróxido o agua oxigenada comprada en la calle, pues no son confiables y no se puede saber realmente su pureza ni su volumen o porciento de concentración. Recuerde que es su piel quien está en juego así que emplee productos totalmente confiables.

Ahora me despido para continuar echando una ojeado a todo lo interesante que las mujeres soviéticas tenían para decirnos en 1990. Te invito a dos actividades, la primera es el reencontrarnos cada semana aquí en este mismo lugar y, la segunda, de vez en cuando ojea las cosas tiradas pues quien sabe encuentres verdaderos tesoros. Chao y suerte.