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sábado, 23 de noviembre de 2024

Ventajas de reducir el consumo de azúcar

Cuando se le da la espalda al azúcar de manera permanente se normaliza el exagerado apetito...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 30/09/2019
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Reducir el consumo de azúcar
Al reducir el azúcar se disminuye la ingestión de calorías sin ningún valor nutricional capaces hacernos aumentar el peso.

Consumir azúcar, una forma de presentación refinada de los imprescindibles carbohidratos, es una especie de invento de la civilización moderna de los últimos siglos.

Cuando se disminuye el consumo de  azúcar de forma consciente, también se reduce la ingestión de calorías vacías; son aquellas sin ningún valor nutricional pero capaces de hacernos aumentar de peso.

Ese exagerado consumo de azúcar por las múltiples vías de hacer su entrada, influyen en la aparición de diabetes mellitus tipo 2, caries dentales, la ganancia de más libras de peso, la presencia de hipertensión y colesterol alto o la culpable sensación de hambre sin control; son algunas de las consecuencias de seguir una alimentación rica en azúcares refinados.

LAS VENTAJAS DE  REDUCIR EL CONSUMO DE AZÚCAR

La primera y una de las más importantes es la pérdida de peso pues el consumo de azúcar refinada o bebidas y comidas azucaradas favorece la aparición, como ya señalamos, del  sobrepeso y la obesidad de los seres humanos. Al reducir el azúcar también se disminuye la ingestión de calorías sin ningún valor nutricional capaces hacernos aumentar el peso y sin aportar ningún tipo de nutrientes.

El consumo de azúcar influye desfavorablemente en otros aspectos como son elevación de la presión arterial y los perjudiciales aumentos de las grasas sanguíneas como triglicéridos o colesterol. Cuando su eliminación se emprende sin miramientos, también se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares pues al reducir el peso ya se garantiza una mejor salud cardiovascular al influir favorablemente sobre las variables de la presión arterial y los mencionados lípidos.

Cuando se le da la espalda al azúcar de manera permanente se normaliza el exagerado apetito pues los alimentos con exceso de ella y los ultras procesados, están presentes de manera omnipotente en nuestra alimentación y aparece una resistencia a la leptina, una hormona relacionada con el apetito. Al reducir la cantidad de azúcar dietético se revierte esa resistencia y el apetito vuelve a su normalidad.

También el azúcar estimula los deseos a veces irrefrenables, por lo dulce. Mientras más productos dulces se consumen, mayor será la necesidad de comerlos. Visto desde el punto de vista sicológico, cuando se está ansioso o triste se piensa automáticamente en alimentos azucarados como una forma de consuelo, y no en vegetales. Al reducir la ingesta de azúcar no se estimula el apetito sin tener hambre real.

Cuando se sigue una dieta baja en azúcar, se restauran los umbrales de percepción de los sabores de la misma manera que cuando se deja de fumar se recupera olfato y apetito. Quienes dejan de consumir tanto azúcar son capaces de notar más el sabor dulce que quienes sí siguen consumiendo azúcar.

Cuando se reducen los alimentos azucarados y se sustituyen por otros más nutritivos, se incrementa el consumo de vitaminas, minerales y fibra. Quienes consumen grandes cantidades de azúcar, más de un 25 por ciento de sus calorías totales, experimentan una reducción en el consumo de estos nutrientes además de fibra, todos buenos y necesarios.

Ha sido demostrado a nivel bioquímico que una dieta baja en azúcar y también en calorías podría ser uno de los factores capaces de aumentar los años de vida útil. Si, además, esta reducción calórica se hace a partir de las calorías vacías del azúcar, hay más motivos para pensar que estamos en el buen camino para nuestro beneficio.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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