La audición es la percepción por uno de nuestros cinco sentidos de las ondas sonoras propagadas por el espacio. El excesivo peso corporal y en especial aquel relacionado con un aumento de la grasa abdominal pudieran guardar relación directa con la disminución de esta preciada facultad.
AUDICIÓN INVESTIGADA
Fue realizada una investigación por el Hospital Brigham and Women's, en Boston y publicada en la revista American Journal of Medicine donde se pesquiaron más de 68,000 mujeres. .
A todas ellas y cada dos años entre 1989 y 2009 se les realizó un cuestionario con detalladas preguntas sobre su estado de salud y sus hábitos cotidianos.
Se investigó el peso de cada una y la circunferencia abdominal. En el último año se les preguntó si habían sufrido de pérdida auditiva y la edad de comienzo.
En la investigación también se tuvo en cuenta la relación del ejercicio en cuanto a la disminución o no de la pérdida auditiva.
PESO Y CINTURA
En relación a la afectación de la audición, un 16,7% respondieron afirmativamente, o sea una de cada seis del grupo investigado. Entre ellas predominaban aquellas con mayor obesidad o con un mayor depósito de grasa alrededor de la cintura comparadas con quienes tenían un peso normal.
Las obesas eran entre un 17 y un 22 por ciento más proclives a presentar disminución del sentido del oído en relación a aquellas sin exceso de peso corporal. Las mujeres de gran obesidad fueron las de mayor riesgo de presentar problemas de audición, un 25% superior a aquellas sin libras sobrantes.
Con un diámetro de más de 86,3 centímetros en la medición abdominal, presentaron un incremento de un 27% de posibilidades de sufrir de pérdida auditiva cuando fueron comparadas con las mujeres de menos de 71,1 centímetros de esta circunferencia
EL EJERCICIO ES UNA AYUDA
Caminar semanalmente de cuatro horas en adelante propició en este grupo un 15% menor de riesgo al compararse con quienes lo hacían menos de una hora semanal. Lo anterior sugiere como el ejercicio puede tener acción protectora contra la pérdida de la audión.
EL PESO Y EL OIDO
Como el oído es muy activo metabolicamente necesita tener un aporte sanguíneo adecuado a través la circulación y éste es el punto de partida de la deducción de los investigadores.
La obesidad por si misma puede disminuir el riego circulatorio al estrechar los vasos sanguíneos.
Y como las personas obesas son más propensas a sufrir de hipertensión arterial, esta afección también puede disminuir el flujo sanguíneo.
Estos factores pudieran entorpecer un adecuado aporte de sangre a la cámara de audición del oído interno llamada cóclea disminuyendo poco a poco su función.
HAY ANTECEDENTES
En la revista Laryngoscope ya había sido publicado un trabajo Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York donde se halló en los adolescentes obesos casi el doble de riesgo de pérdida auditiva temprana en relación a los adolescentes de peso normal. Estos preocupantes resultados inducen a nuevas investigaciones confirmativas y pudiera llegar el momento de incluir la pérdida auditiva entre los daños que la obesidad provoca en el cuerpo.
Una vez más se confirma como la obesidad solo trae pérdidas al organismo humano y ningún tipo de beneficio.
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