Una pareja comprensiva pudiera ser determinante para mantener un corazón feliz, pero también sano.
Quienes manifestaban percibir el apoyo de sus parejas en momentos difíciles presentaban menores probabilidades de padecer de enfermedades cardiacas.
Este tipo de pareja es buena para el corazón.
CÓMO SE COMPROBÓ
Fue realizada una investigación en la universidad de Utah, Salt Lake City, y publicada en la revista Psychological Science.
En ella se le realizaron tomografías computarizadas a 136 parejas heterosexuales con un promedio de edad de 63 años y un matrimonio estable sin enfermedades cardiacas diagnosticadas y de aproximadamente 36 años de duración.
En ellas se buscaron acumulaciones de calcio en las paredes de las arterias coronarias conocida como "calcificación de la arteria coronaria".
Todas las parejas investigadas respondieron cuestionarios en relación a sus percepciones sobre la calidad de su matrimonio y la respuesta del cónyuge en los momentos necesitados de respaldo, de un consejo o de un favor.
LOS RESULTADOS
Aproximadamente un 30 por ciento consideraban tener un sólido respaldo en su pareja de manera sistemática.
Un 70 por ciento estimó como sus solicitudes de respaldo eran ambivalentes, pues fueron impredecibles y angustiantes dependiendo de la situación.
Fue hallado un vínculo directo entre el estado de las arterias coronarias y el apoyo conyugal.
Los niveles de calcificaciones más bajos, los más sanos corazones, fueron hallados entre las parejas apoyadas fuertemente por su cónyuge.
Sin embargo, estas calcificaciones aumentaron al máximo cuando ambos miembros de la pareja se sentían ambivalentes respecto a su contraparte, es decir, que a veces se sentían apoyados y otras veces no.
Las puntuaciones intermedias fueron halladas en los casos en que solamente un miembro de la pareja tenía esa sensación.
TIENE EXPLICACIÓN
Es probable que haya un mayor riesgo para la salud cardiaca en las parejas ambivalentes debido a que en ellas se estimulan cambios desfavorables en los estilos de vida como el tabaquismo, la alimentación inadecuada o el sedentarismo provocado por el estrés derivado de estas situaciones.
Aunque fueron estudiadas parejas estables a través de los años, esto fue un reflejo de la situación estresante crónica, dañina para la salud cardiovascular, cuando ambas partes se consideran ambivalentes una a la otra.
Se manifiestan con mayor intensidad cuando el respaldo de ambos miembros de la pareja es insuficiente en ambas direcciones.
Posiblemente las relaciones de buena calidad aumentan la motivación para comer de manera saludable, hacer ejercicios y no mantener adicciones tóxicas.
En muchas investigaciones anteriores han sido halladas conexiones directas entre el cerebro y la salud cardiaca.
Por lo tanto, en cualquier país de mundo, incluido el nuestro, un cónyuge está en el deber de emitir oportunos y certeros consejos, y debe mantener un apoyo confiable y estable a su pareja de toda la vida. Es una garantía más para la salud de nuestros corazones.
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