Drogas ilícitas y gestación

Las drogas ilícitas están prohibidas por la ley tanto en lo referido a su producción, distribución, ventas o consumo.

Todas ellas son extremadamente perjudiciales para la salud de sus ingenuas consumidoras y para el bebé concebidodentro del vientre materno.

Entre las drogas ilegales se incluyen lamarihuana, la cocaína, la heroína así como otros venenosos adictivos conocidos como éxtasis, metanfetamina, etc.También se consideran ilícitos los medicamentos consumidos con propósitos adictivos y capaces de afectar al organismo humano en su conjunto.

DAÑO DUPLE

El consumo de todas estas drogas ilícitas puede causar serios problemas para la gestante antes y durante el embarazo.

Se incluyen infertilidad o imposibilidad de embarazarse; daño a la placenta, órgano encargado de aportar nutrientes y oxígeno al bebé a través del cordón umbilical; parto prematuro, o sea dar a luz  antes de las 37 semanas de embarazo; aborto espontáneo o nacidos ya fallecidos por muerte dentro del útero después de transcurridas 20 semanas de embarazo.

A todo esto pueden sumarse diversos grados de estrés, para nada recomendables durante un embarazo, debido a posibles conflictos con la ley o su medio social por involucrarse con sustancias tóxicas ilegales.

AL BEBÉ DE MADRE ADICTA LE TOCA LAS DE PERDER

Los bebés nacidos de irresponsables madres drogadictas pueden presentar diversas complicaciones como son  malformaciones congénitas capaces de cambiar la forma o función de una o más partes de su tierno cuerpecito, entre ellas el corazón o un tamaño de la cabeza más pequeña de lo normal.

También pueden ser producto de un nacimiento prematuro, o sea  antes de las 37 semanas de embarazo y un bajo peso al nacer, es decir, menos de 5 libras y 8 onzas.

Las madres adictas pueden transmitir múltiples infecciones a sus bebés durante el embarazo o el parto. El niño de las drogadictas puede nacer con infecciones diversas, como puede serla hepatitis C, el VIH o virus que causa el SIDA y el Zika. Durante el embarazo, el Zika puede causar un defecto de nacimiento llamado microcefalia y otros problemas del cerebro.

Todos estos virus suelen afectar a las personas que comparten agujas cuando usan drogas ilegales y que viven en ambientes precarios sin adecuadas condiciones de higiene y una deficiente economía.

Los niños nacidos de madres drogadictas pueden presentar el llamado “síndrome de abstinencia neonatal”. Este síndrome puede presentarse cuando el bebé es expuesto a una droga antes de nacer y la irresponsable madre lo convierte contra su voluntad en un pequeño adicto. Después del parto  pasa por el proceso de abstinencia de la droga tal como sucede con un drogadicto cualquiera cuando se le suprime repentinamente  su droga.

EL NIÑO MAYOR, SI ACASO SOBREVIVE

Los bebés nacidos de mamás dependiente de alguna droga suelen tener problemas más adelante en la vida, incluidos crecimiento más lento de lo normal, problemas de aprendizaje y conducta, o fatalmente el “síndrome de muerte súbita infantil o del lactante”. Sucede cuando la víctima infeliz muere de manera inexplicable mientras está inocentemente dormida.

Además, estos pequeños, y más si nacen con algún problema,  no reciben la mínima atención indispensable para su desarrollo teniendo a una madre drogadicta con un cerebro completamente trastornado.

TODAS LAS DROGAS SON CULPABLES

En la actualidad no es fácil conocer exactamente la forma de como perjudica cada droga durante un embarazo.

Las embarazadas adictas a las drogas ilegales pueden consumir más de una de ellas además de tener también otras adicciones tóxicas como tabaquismo o alcoholismo, también muy dañinos para el bebé.

O pudieran consumir alimentos poco sanos o ser más proclives a adquirir una enfermedad de transmisión sexual por promiscuidad en sus relaciones de pareja, además desprotegidas.

Esta maligna sumatoria  de lastimosos percances en la vida de una gestante, son capaces de causar muy serios problemas antes, durante y después de un embarazo.

PREVENCIÓN ANTE TODO

La mejor manera de evitar ser la protagonista de un cuadro tan tétrico como real, es evitando las drogas.

Eludir turbios ambientes de extrañas reuniones o dudosas fiestas con malignas invitaciones a probar sustancias prohibidas. Caer en una primera trampa es el primer paso a una total adicción.

Sobre todo la chica adolescente debe frecuentar sanos ambientes de sanas juventudes con ambiciosos proyectos de vida, incluso hasta de corte filosófico o religioso. Nada se lo impide.