Comunicarse positivamente en una pareja armoniosa es esencial cuando se desea cuidar y robustecer esa relación. Esa comunicación debe ser efectiva, basada en la simpatía y la comprensión mutua de parte y parte, así como en el deseo de conocerse cada día un poco más y mantener un respeto mutuo.
Hay conversaciones importantes a mantener de manera regular, y temas menos importantes, también de los que hablar con nuestra pareja cuando se desea mantener en una relación entretenida, divertida y amena.
Sin embargo, cuando la comunicación no es la adecuada, la inadecuación se vuelve permanente. Una de las partes puede tener la creencia que la otra no la entiende, como si le hablara en otro idioma diferente; se puede llegar a mantener un hosco silencio. O es a la otra parte a quien no la dejamos manifestarse libremente. Además, muchas parejas caen en la rutina de la poca, aburrida, monótona o nula comunicación, afectando seriamente su vínculo familiar y sentimental.
Por eso es mucho mejor hablar y comunicarse libremente pero dentro de las más estrictas normas de respeto para evitar malentendidos o problemas futuros, muchos de ellos de carácter grave e irreversible.
Entre los asuntos importantes y fundamentales a analizar en el colectivo de dos personas, de manera siempre privada, desprovistas de innecesarios protocolos y caras serias, se encuentran los referentes a los planes de futuro, las relaciones familiares, el presupuesto hogareño, las tareas caseras y las relaciones sexuales, todo con el fin de mantener la relación activa, vitalizada, feliz, saludable y en armonía.
LOS PLANES DE FUTURO
Cuando se unen dos personas, implícitamente se ha tomado la decisión de comenzar un nuevo camino, juntos en la vida. Por eso mismo, un tema a analizarse periódicamente es siempre el de un futuro ambicioso, bien pensado y prometedor a corto, pero sobre todo a mediano y largo plazo. Es muy importante que cada cual conozca las expectativas del otro, sus metas, siempre realistas, y sus aspiraciones.
Se debe ver juntos el futuro, planificar y aconsejarse como llegar a alcanzarlo, tanto de las metas comunes como de las individuales de cada uno, pues en una relación existen dos personas apoyándose mutuamente.
LAS RELACIONES FAMILIARES
No resulta fácil comentarle a tu pareja algún problema con su padre, madre, hijos ajenos u otro familiar cercano, sobre todo cuando se vive bajo un mismo techo. Pero si no se hace, sólo solo se acumularán tensiones y rencores, y eso nunca será positivo, ni se sabe cómo terminará.
Lo ideal es dialogar cuando aún se está a tiempo, determinar el papel que en la vida de la pareja van a jugar los familiares, especialmente suegros y cuñados. Cuando surja algún problema o incomodidad, sin exageraciones o melindres, debería hablarse de inmediato desde el respeto y la comprensión, y con eso se evita que la situación se vaya de control, sobre todo si el problema es de carácter grave, como son los temas morales.
Pero el revés, tu pareja pueda sentirse incómoda con tus familiares. Pues aunque sean tu familia, no es la suya. Como ahora tu familia es tu pareja y lo ideal es vivir en soledad, pero si fuese imposible tratar de buscar un armónico equilibrio.
EL PRESUPUESTO HOGAREÑO
Lo económico es un aspecto muy importante y delicado; las decisiones vinculadas con las finanzas nunca deben tomarse por uno solo de los miembros, sino que deben originarse de un consenso feliz, sobre todo si tienen cierta envergadura.
Bajo ningún concepto se puede utilizar el dinero del colectivo de forma unilateral, y mucho menos el perteneciente a la otra parte, salvo por asunto muy imprevistos, urgentes y de suma importancia. Aun si fuese para el bien de los dos, no debemos nunca hacer el gasto sin consultarlo lo antes posible y estar de acuerdo con nuestra pareja.
Cuando este tipo de decisiones económicas se hacen conjuntamente, reinará la sensación de un honrado equipo. De lo contrario, seguramente estaremos adoptando un papel controlador, o lo que es peor, la existencia de una parte explotadora. Por parte de los dos y por muy elevado que sea el presupuesto, deben hacerse ahorros y evitarse los gastos individuales superfluos como el consumo de tabaco, alcohol, comidas callejeras (fast food) o compras innecesarias.
LAS TAREAS DEL HOGAR
Es importante precisar desde el principio cuáles son las tareas de cada uno en la vivienda. Así se evitan malos entendidos, frustraciones, sobrecargas y desilusiones futuras.
Cualquier tema reviste valor en aras de la unidad matrimonial como a quién le toca botar la basura, las tareas culinarias o quién arregla la cama, hasta llegar a la crianza de los hijos o los familiares enfermos; son cosas a aclararse y discutirse regularmente en la pareja y en santa paz,. No debemos suponer que uno va a encargarse de todo o está más recargado de determinadas tareas hogareñas que el otro, atribuyéndose a un exceso de trabajo o de responsabilidades callejeras.
Tratar estos asuntos forma parte de la igualdad en la pareja, a sentirse como un verdadero equipo, respetando y facilitando la vida en común de cada una de las partes.
LAS RELACIONES SEXUALES
Agradables, buscadas y necesarias son nuestras preferencias y deseos en relación al sexo; se deben expresar de forma natural, desenfadada y tal vez hasta prosaica pues si no se hace así podemos estar conduciendo la vida sexual de ambos a la insatisfacción, la monotonía y no se sabe a cuantas otras cosas.
Se debe escuchar y estimular a nuestra pareja para conocer y propiciar mejor sus más ardientes deseos y fantasías sexuales, sin importar edad o el tiempo llevado en armónica convivencia. Es un tema inagotable y capaz de renovarse por tiempo indefinido. En una pareja bien llevada hay libertad para ser todo lo liberal que se desee después de cerrada la puerta de la habitación conyugal. Una vez abierta la puerta y delante de los demás se puede volver a tomar todo el aire de seriedad o circunspección habitual.
Por otra parte, tan importante es establecer lo que nos gusta como determinar qué no nos gusta y no debemos sorprendernos, sobre todo en los primeros tiempos de convivencia, si las necesidades sexuales de nuestra pareja son distintas a las nuestras; aunque lo nuevo y agradable bien pudiera aprenderse.
Los temas sexuales, los habituales y los novedosos, deben ser hablados y puestos en práctica de manera divertida y alocada, desde la base de una buena comunicación a fin de conseguir una vida sexual más plena para ambos, y evitar la indeseada, y siempre peligrosa, frustración sexual.
Analizar y discutir todos estos temas debe siempre realizarse desde la empatía, la comprensión y el deseo de mantener una sólida relación de pareja, sobre todo, el deseo de conocerse y respetarse cada vez más y mejorar y consolidar cada día una relación de pareja provechosa para ambos.
francisco
23/9/19 20:19
Totalmente de acuerdo con este post, la verdad que la vida en pareja puede llegar a ser complicada, recuerdo que tuvimos que acudir a diferentes tipos de ayuda para poder solucionar todo y ser felices. me encantó el post, dejo un artículo interesante con ayuda para parejas que están pasando momentos dificiles: https://hotm.art/eyATNME
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